La diferencia fue Christian Chaco Giménez, el jugador argentino baluarte de Cruz Azul que anotó el único gol del partido al minuto 18 para darle la ventaja a La Máquina sobre las Águilas del América en los primeros 90 minutos de la gran final por el título Clausura 2013.

Tras las destacadas actuaciones de Amaranto Perea y el portero Jesús Corona, los Cementeros visitarán este domingo a las Águilas en el estadio Azteca para definir al nuevo campeón de la Liga Mx.

El partido inició bajo un intenso chipi chipi que siguió a un torrencial aguacero. Los 22 jugadores saltaron a la cancha del estadio Azul con cautela, buscando adaptarse al pasto mojado y, al mismo tiempo, muy pendientes de los hombres del bando de enfrente.

Perea aplicó marca pegajosa sobre el americanista Benítez. La primera vez que el ecuatoriano piso el área Perea no le dejó darse la vuelta para disparar; en otro momento el defensa colombiano, siempre consciente de lo que estaba en juego, encimó al atacante Raúl Jiménez.

Los americanistas identificaron al Chaco Giménez como el hombre a anular. Aunque el argentino tuvo más recursos para zafarse y al minuto dos recibió un centro desde la derecha, sacó un tiro a media altura directo, violento, pero a las manos del portero Moisés Muñoz.

Al minuto 18 La Máquina ganó un tiro de esquina que cobró Pablo Barrera desde el vértice derecho, por el centro del área apareció con vigorozo salto el Chaco Giménez, quien se elevó entre los pasmados Aquivaldo Mosquera y Miguel Layún y conectó solido frentazo, picado, para vencer a Muñoz y decretar el 1-0.

En ese instantante volaron toda clase de líquidos. El estadio, que estrenó una pantalla gigante en la cabecera sur, estuvo dominado por impermeables de plástico azul –amarillos en menor cantidad–, y apenas con algunos huecos. La afición lanzó vitores a su ídolo el Chaco, quien festejó con loca carrera y abrazó a sus compañeros.

Los celestes no cejaron en su tarea de neutralizar a Chucho Benítez, quien parecía incómodo y ni siquiera miraba las barras americanistas que frente a él ondeaban banderas ecuatorianas.

Al minuto 24 de acción las Águilas tuvieron una importante acción: Juan Carlos Medina centró desde la izquierda para Diego Reyes, quien estaba frente al marco, pero el espigado zaguero se vio sorprendido y no atinó a rematar.

El Chaco Giménez también se aplicó en labores defensivas, pero lo hizo con brusquedad, al filo del reglamento, pues cometió falta sobre Benítez, luego tuvo un choque con Aquivaldo Mosquera y en la recta final del primer tiempo recibió cartón amarillo por cometer falta contra Raúl Jiménez.

Para el complemento, América mostró fauces y garra, remitió a los jugadores cementeros en su propio terreno, Benítez luchó para fabricarse espacios, sin embargo, al minuto 47 Alejandro Castro arriesgó el físico para bloquear un disparo furioso del tricampeón de goleo.

Giménez se vio disminuido, vigilante pero pasivo; entonces surgió como gran protagonista el portero Jesús Corona. El Chuy hizo una soberbia atajada al minuto 52 ante un envío de Benítez que rechazó con reacción de volibolista, al instante siguiente retuvo el contra remate de Aquivaldo.

El técnico Miguel Herrera estaba furioso, despotricó contra el silbante José Antonio Pérez al considerar que su trabajo era localista, sobre todo después de una falta de Gerardo Torrado sobre Rubens Sambueza que no sancionó. También estaba frustrado porque ni Layún ni Adrián Aldrete tuvieron capacidad para explotar los costados.

En el banquillo de al lado, Guillermo Vázquez era la personalidad opuesta, se mostraba sereno y observaba el juego frotándose el mentón. En la recta final ingresó a Mariano Pavone y a Israel Castro.

Los Cementeros lograron sacudirse el vendaval, primero a través de un contragolpe en el que Javier Chuletita Orozco tiró elevado, para que Moisés Muñoz atenazara el esférico. Un minuto más tarde, al 67 cruzó demás su disparo tras largo servicio remitido por el Chaco.

Los anfitriones acapararon el balón y lo rotaron para darse una tregua, lo que el público celebró con el clásico Olé, olé....

Las Águilas fabricaron nuevas opciones que no pudieron coronar, sobre todo porque Perea brindó uno de sus mejores partidos, siempre se mantuvo atento y ágil para nulificar a los cada vez más desesperados atacantes amarillos.

Merecían estar en la final

Al término del encuentro el arquero celeste, Jesús Corona, reconoció que fue un encuentro sufrido pero hay que aprender a sufrir. Añadió que para el duelo de vuelta, que se efectuará el domingo en el estadio Azteca, deberán tomar la iniciativa para no darles posesión del balón a los americanistas.

En tanto, Chaco Giménez, indicó que América siempre ha sido complicado, merecía estar en la final. La concentración y el compañerismo fue lo que nos salvó. Agregó que es bueno tener la ventaja sobre un equipo grande como son las Águilas.

El estratega del América, Miguel Herrera, señaló que el equipo estuvo bien; sin embargo, la pelota no entró, pero aseguró que los goles caerán en el recinto de Santa Úrsula, donde saldremos a atacar al rival.

Por su parte, el timonel de los celestes, Guillermo Vázquez, indicó que “fue partido muy disputado, muy parejo, nosotros conseguimos un gol en el primer tiempo y como esperábamos, ellos después fueron con todo por el empate.

Nuestro equipo aguantó, los muchachos hicieron un gran esfuerzo y tuviéramos algunas llegadas aunque sin claridad, no obstante, tuvimos otra oportunidad que no se concretó. Esperamos un juego complicado el domingo y me queda claro que le equipo debe mejora mucho.

Tijuana empata 2-2 con Atlético en la Libertadores

Con gol de último minuto, Atlético de Mineiro empató 2-2 a Tijuana en el partido de ida de cuartos de final de la Copa Libertadores de América 2013.

Duvier Riascos abrió el marcador en el estadio Caliente al minuto 31 con un tiro cruzado con la pierna derecha, más tarde al 53, el ecuatoriano Fidel Martínez acrecentó la ventaja para Xolos.

No obstante, el Atlético logró empatar con tantos de Diego Tardelli, al 66, y Luan Madson, al 92, goles letales para la escuadra dirigida por Antonio Mohamed.