Con la publicación de la biografía Nellie Campobello: mujer de manos rojas, la cual describe sus raíces sociales y genealógicas, así como el amor a su tierra (Villa Ocampo, Durango), los historiadores Jesús Vargas Valdés y Flor García Rufino revaloran a la narradora excepcional, incisiva pensadora de la historia y pionera de la danza moderna en México.

Publicado por el gobierno del estado de Chihuahua y después de una investigación que duró más de 20 años, el libro fue presentado hace unos días en la cuarta edición de la Feria Internacional del Libro en Azcapotzalco, organizada por la brigada Para Leer en Libertad.

“Nellie Campobello: mujer de manos rojas es una biografía saturada de emociones, de pasiones y, sobre todo, de un amor por la tierra y los héroes. Nellie fue una gran admiradora de Francisco Villa y se convirtió en la primera mujer defensora de la figura de éste en 1931”, explica Jesús Vargas a La Jornada.

En el libro, el historiador hace un paralelismo entre el Centauro del Norte y Nellie Francisca Ernestina Campobello (1900-1986), al señalar que ambos crecieron sin la figura paterna y no conocieron la escuela.

Su biografía enaltece a la mujer de provincia; su formación autodidacta se contempla ahora como una cualidad, aunque en su momento para ella fue su punto débil oculto.

Inteligencia y temperamento

De acuerdo con los dos autores, Nellie Campobello todavía no está en el lugar que le corresponde a pesar de que, contra todas las dificultades, logró triunfar en un momento en que las mujeres tenían pocas posibilidades de sobresalir.

“Nellie es un ejemplo de entereza –explica Jesús Vargas–, de heroísmo femenino en un medio en el cual todo estaba en contra. Para mí esa es una de las cosas más cautivantes, cómo una mujer que viene de provincia confrontó toda una situación cultural y finalmente se convirtió en una figura importante en el mundo cultural, que necesitamos recuperar.

Nuestra propuesta es rescatar esa parte de la vida de Nellie y compartir los méritos de la precursora de la danza y escritora. Es la primera biografía que parte del origen, de la familia de Campobello en el norte del país, de cómo llega a la ciudad de México y quiénes fueron sus primeros contactos. Es un libro a partir de la memoria de un pueblo, de su gente.

En opinión del historiador, la historia de Campobello se puede analizar como la batalla de una mujer que desde niña se trazó la meta de llegar a ser alguien importante en la vida y para ello recurrió a su inteligencia, su temperamento, a la idealización de su tierra y sus ancestros, y a la devoción por sus héroes.

Al adentrarse en la vida de Nellie, los historiadores se encontraron con una lista enorme de personajes que en algún momento se cruzaron en la vida de la escritora, pero las cuatro figuras que más los sorprendieron y conmovieron fueron: Doctor Atl, Tina Modotti, Nahui Olin y José Clemente Orozco.

La investigación rigurosa y la recolección de datos de Vargas y García comprendió 50 entrevistas a personas relacionadas con Campobello, entre los que destacan dos primos hermanos: Miguel y Soledad Luna.

Casi todas las entrevistas nos proporcionaron claves interesantes sobre Nellie. Por ejemplo, Soledad Luna, la prima hermana que vivió con ella en los años 30, nos reveló que Campobello trabajó como adivinadora en Ciudad Juárez, con el nombre de Zobeida, a principios de 1920, indica Vargas.

Soledad, desaparición y muerte

Respecto del último capítulo de la biografía en torno a la desaparición y muerte de la autora de Las manos de mamá, en el que se recopilan testimonios que ofrecieron familiares y amigos, Jesús Vargas comenta que tras la muerte de Martín Luis Guzmán y luego la de sus hermanos, la soledad sorprendió a Nellie, quien no estaba preparada para eso, lo que permitió que Cristina Belmont y Claudio Fuentes, sus compadres, se introdujeran en su vida.

“Nosotros sostenemos que Nellie era consciente de la situación que vivía con Belmont y Fuentes, pero no tenía una alternativa e inconscientemente se dejó llevar hasta defender a sus secuestradores, quienes logran evadir a la justicia y se la llevaron a un pueblo de Hidalgo, donde murió.

Cuando leo lo que pasa con José Luis Cuevas me recuerda mucho al secuestro de Nellie. No quiero hacer juicios, pero la información que se ha publicado en los medios me hace recordar mucho a 1983, cuando una parte de la familia Campobello reclamaba que la escritora estaba secuestrada.

La biografía de Nellie Campobello incluye fotografías, de las cuales 80 por ciento son inéditas. Entre las que figura una de Nellie en el convento de La Merced, en 1928, así como imágenes de la familia, como el retrato de doña Rafaela Luna, madre de la autora de Cartucho.