Incluirá compromisos asumidos por su gobierno; cuatro sexenios de promesas
Lunes 20 de mayo de 2013, p. 6
Diez días antes de lo que marca el límite legal, el presidente Enrique Peña Nieto presentará este lunes el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, en cuyo contenido están el diseño y la implementación de las políticas públicas que se pondrán en marcha durante la presente administración. Además, en esta ocasión el documento sexenal incluirá los compromisos asumidos por el gobierno de la República en el Pacto por México.
Al acto, que se realizará a mediodía en el Patio Central de Palacio Nacional, asistirán todos los integrantes del gabinete legal y ampliado, gobernadores y representantes de los sectores sociales y productivos, así como académicos, investigadores y representantes del cuerpo diplomático acreditado en el país.
En los cuatro sexenios recientes, los planes sexenales se han centrado en la oferta de combatir la pobreza, equilibrar la distribución del ingreso, garantizar más y mejor educación, terminar con la corrupción y dar seguridad.
Ninguno ha logrado esas metas, a pesar de que se presentaron como opciones hacia el futuro; no han resultado de una consulta social y aún están pendientes en el Congreso de la Unión sendas iniciativas para que el Legislativo participe en la construcción del PND y evalúe sus logros.
Para la elaboración del documento que hoy será presentado, la Secretaría de Hacienda debió tomar en cuenta las aportaciones de ciudadanos, de partidos políticos y de organizaciones de la sociedad civil, así como de gobiernos municipales y estatales, entregadas a través de los diversos foros de consulta especializados para cada una de las cinco metas nacionales fijadas por el presidente Enrique Peña Nieto desde su campaña.
Los temas son: México incluyente; México próspero; México en paz; México con educación de calidad para todos, y México como un actor con responsabilidad global.
Luego de su presentación, el mismo lunes el PND será remitido al Congreso de la Unión para su examen y opinión, y será publicado en el Diario Oficial de la Federación. El plazo legal para su elaboración, presentación y publicación vence el próximo 31 de mayo, seis meses después de la toma de posesión del Presidente, según marca el artículo 21 de la Ley de Planeación.
Con Carlos Salinas (1988-1994) se transitó a un PIB de 2.7 por ciento, una reducción de la inflación de 160 por ciento a tasas de un solo dígito, y la deuda pública bajó de 68 por ciento del PIB a 22, pero todo se derrumbó con el ‘‘error de diciembre’’ y el país volvió a la debacle.
Ernesto Zedillo (1994-2000) presentó el PND el 31 de mayo de 1995, en plena crisis económica, y aún así se planteó disminuir la pobreza, ‘‘moderar’’ la desigualdad, generar empleos con sueldos suficientes, pero sus políticas estuvieron atadas al rescate financiero que proporcionó Estados Unidos.
Vicente Fox (2000-2006) afirmó el 29 de mayo de 2001 que su plan de desarrollo se elaboró ‘‘a partir de una muy amplia consulta ciudadana’’, que rompía con el mero ritual y los buenos deseos. Aun así, prometió que el proyecto garantizaba ‘‘un México del futuro con liderazgo mundial’’, con alta calidad de vida, sin desequilibrios sociales, con oportunidades de desarrollo. En suma, afirmó que en su gobierno las políticas permitirían ‘‘incorporar a los marginados al desarrollo’’, pero en su sexenio la pobreza se agudizó.
Seis años después, el 31 de mayo de 2007, Felipe Calderón (2006-2012) se comprometió a ‘‘pagar la enorme deuda social’’ con los pobres, especialmente los indígenas, aunque durante su gobierno la mitad de la población cayó en pobreza.
La intención era que los mexicanos pasaran ‘‘de condiciones de vida menos humana a condiciones de vida más humana’’, no obstante, su discurso se centró en combatir la violencia que, cuestionó, fue ‘‘consecuencia de lo que no se hizo ayer’’.
Ahora, con el presidente Peña Nieto al frente del gobierno federal, y con el PRI de regreso a Los Pinos, los objetivos y metas para el país no variarán significativamente, pues persisten los mismos problemas, incluso muchos de ellos agravados por el tiempo.