Domingo 19 de mayo de 2013, p. 20
Urge poner un alto al avance de los productos chatarra en la dieta nacional y que la cruzada contra el hambre incentive la produccción de alimentos y retire los productos procesados de las tiendas Diconsa, dijeron integrantes de organizaciones campesinas y agrónomos a La Jornada.
El lunes pasado la Organización Panamericana de Salud aseveró que México experimenta una situación alimentaria de alarma
, pues alrededor de 50 por ciento de lo que se consume son productos procesados, factor que ha incidido en el aumento de la obesidad, el sobrepeso y la desnutrición.
Sobre esto, Carlos Sandoval Miranda, director general del Centro Multidisciplinario de Innovación Tecnológica, señaló a este diario que lamentablemente los productos procesados mediante aditivos que exaltan olores, sabores y colores enganchan al consumidor.
Muchos niños ya no están acostumbrados al sabor de lo natural. Un factor que ha incidido en el consumo de los alimentos chatarra son sus colorantes, saborizantes y aromatizantes artificiales que incitan al consumo y dan una sensación de satisfacción a quien los consume
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Indicó que por estas razones y por lo fácil
que es ir a una tienda y comprar estos procesados, estamos cambiando los productos naturales, los cuales a veces no tienen sabores tan impactantes
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Añadió que si se quiere combatir en serio la mala alimentación se debe emprender una política de disminución de productos chatarra
sobre todo dirigida a los niños.
Urge recuperar la identidad gastronómica
Raúl Pérez Bedolla, secretario de organización de la Alianza Campesina del Noroeste, coincidió con esa postura, e indicó que esos productos sólo llenan y engordan, pero no alimentan
, por lo que deben ser retirados de las cooperativas de las escuelas, aunque las trasnacionales se opongan. Además la Secretaría de Desarrollo Social, en el contexto de la Cruzada Nacional contra el Hambre también debe sacar esos productos de las tiendas Diconsa.
Rocío Miranda Pérez, presidenta de la Unidad de la Fuerza Indígena Campesina, destacó la necesidad de recuperar la identidad gastronómica
que comenzó a perderse de manera acelerada desde la expansión de las trasnacionales de la chatarra y el establecimiento de una política agraria que prefiere importar alimentos que incentivar la productividad
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No podemos cambiar el patrón alimenticio mientras tengamos en la mesa el refresco en lugar de leche y en las comunidades lleguen camiones cargados con cerveza y refresco, en lugar de granos y leche
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