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Exponentes de la música electrónica acudieron al acto, parte del encuentro fmx

Dan a conocer el libro Variación de voltaje... entre experiencias sonoras impactantes

El volumen de Carlos Prieto Acevedo compila la labor de 25 representantes del género

 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de mayo de 2013, p. 6

Un sobrecogedor quejido resquebrajó las penumbras. ¿Qué era eso que respiraba a nuestras espaldas y cuyos esporádicos jadeos y lamentos erizaban la piel y cimbraban las ventanas? ¿Quién o qué se atrevía a romper esa repetitiva e hipnótica secuencia de sonidos entre marciales y fabriles que inundaba el recinto?

Nadie. Nada. En el Auditorio Divino Narciso de la Universidad del Claustro de Sor Juana no había más que oscuridad, decenas de bancas tipo iglesia llenas de público, ocho bocinas y dos hombres sentados justo en el centro del galerón, uno frente al otro, que, de forma respectiva, manipulaban una laptop y un sintetizador.

Uno de ellos, el del teclado, era Walter Schimidt, uno de los iconos de la música experimental en México, quien compartía su oscura interpretación sonora del cuento Los sueños en la casa de la bruja, en el que H.P. Lovecraft entreteje de manera magistral el terror con la ficción.

Esa fue la única pieza que el músico, ex integrante de Decibel, interpretó en el concierto que tuvo lugar la noche del martes con motivo de la presentación del libro Variación de voltaje: alteraciones a la historia de la música electrónica mexicana, del investigador y catedrático Carlos Prieto Acevedo.

La velada sirvió como contexto de la inauguración de Aural, ciclo dedicado a la difusión, promoción y creación de las formas más recientes de experimentación musical y exploraciones sonora de todo el mundo, cuya realización forma parte del 29 fmx: Festival de México en el Centro Histórico.

El júbilo estalló entre la audiencia, en su mayoría integrada por jóvenes, en cuanto Schimidt concluyó esa pieza sonora, de cuya estremecedora y angustiosa narrativa fue imposible salir indemne.

La ovación se prolongó por varios minutos hasta que Prieto Acevedo, en su condición de anfitrión, anunció que correspondía el turno al no menos reconocido compositor y artista sonoro Manuel Rocha.

El también investigador ofreció dos ejemplos de su trabajo dentro de la vertiente de paisajes sonoros, uno con sonidos de insectos, aves y elementos de la vida urbana, mientras el otro correspondió a una deconstrucción a partir de una serie de tambores de música tradicional colombiana.

Fue una experiencia sensorial impactante, merced a la espacialización de los sonidos en las ocho bocinas distribuidas a lo largo y ancho del auditorio, una atmósfera en la que el escucha podría bien mantener cerrados los ojos y sentirse en medio de una selva o un bosque con diversas aves e insectos, o en una ciudad, con cláxones de automóviles y timbrados de teléfonos.

No menos impactantes e incluso por momentos abrumadoras fueron las tres piezas con las que el compositor Roberto Morales, otra de las grandes figuras de la música experimental en el país, abrió el concierto.

La primera de ellas, Nahual II, en la que un arpa chamula interactúa en tiempo real con un programa de computadora, resultó una especie de viaje entre lo onírico y el estado alterado de conciencia, debido a sus sonidos y efectos frenéticos y embelesantes.

Atmósferas

Era como estar dentro de una profunda caverna en la que cientos de pequeñas campanas metálicas reverberaban su inquietante tintileo y luego se transformaban en insectos revoloteando, en lluvia de cristales que se hacían añicos en el piso, en quejidos espectrales o en fuego crepitando. Una bacanal sonora indescriptible.

El periplo se intensificó con Agua derramada, su segunda obra de la noche, en la que el autor logra dar voz y discurso a ese líquido, sea como el susurro apenas perceptible de una gota o los gritos irascibles y desquiciados del mar embravecido. También se escuchó la arrogancia cristalina del hielo y la jocosa sonrisa del agua en ebullición.

Además de la parte musical, la dinámica de la velada consistió en una breve entrevista realizada por Carlos Prieto a cada uno de los creadores, los cuales forman parte del material recogido en Variación de voltaje...

Dicho volumen, coeditado por la Universidad del Claustro de Sor Juana y Deleatur, consta de tres tomos, el primero fue presentado esta ocasión, y en él se aborda la historia y el contexto actual del arte sonoro, la música electrónica y electroacústica en México.

Se trata de una extensa documentación que el autor logró mediante entrevistas, partituras, biografías y conversaciones con 25 representantes de distintas generaciones de ese amplio panorama sonoro, entre ellos Antonio Russek, Héctor Quintanar, Rodrigo Sigal, Rogelio Sosa, Pepe Mogt, Plug (Cristian Cárdenas), Angélica Castelló y diyéi Chrysler (Luis Carlos Gómez).