Miércoles 15 de mayo de 2013, p. a14
Ámsterdam. La final de la Liga de Europa medirá este miércoles a dos clubes antagónicos: el Benfica, equipo histórico que brilló a principios de los años 60 y que afronta un largo periodo de sequía, y el Chelsea, cuyos mayores éxitos se remontan a la última década, con presupuesto cuatro veces superior al de su rival. El Chelsea busca levantar un trofeo continental por segundo año consecutivo, tras la Champions de 2012.