Educar no es sólo métodos, contenidos, estructuras educativas, administración y problemas sindicales, sino que por sobre todo es una tarea delicada de altísima dignidad que implica la integración de múltiples factores pero, sobre todo requiere claridad de objetivos, aseguró el arzobispo Alberto Suárez Inda, responsable de la Dimensión de la Pastoral Educativa de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), quien destacó que la familia es la base más importante de la educación por ser la primera escuela de la vida en la que se aprenden virtudes personales y sociales.

Así mismo remarcó que es urgente que todos los actores de la sociedad salgamos de nuestro ensimismamiento para sumarnos a esta tarea común, colaborar en la educación de toda persona de manera integral y añadió que no se debe olvidar que el sujeto, el fin y el medio de la acción educativa es siempre el ser humano concreto.

Al analizar el documento Educar para una nueva sociedad, el cual fue elaborado el año pasado por la CEM, y esta semana fue presentado al cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, el también arzobispo de Morelia remarcó que ante la emergencia educativa actual es indispensable crear alianzas, tejer redes, despertar sinergias entre familia, escuela, medios de comunicación, gobernantes, empresarios e iglesias.

Remarcó que dichas sinergias serán provechosas en la medida en que se coloquen al servicio del crecimiento de la persona humana y recordó que hace algunos años el ahora Papa Francisco hacía notar un hecho vigente: que el pacto educativo estaba roto debido a que padres, docentes, alumnos, gremios, Estado y confesiones religiosas no tiran para un mismo lado, como debiera ser, y el que paga las consecuencias es el chico.

Nosotros no imponemos, sólo proponemos

Aparte, Eugenio Lira Rugarcía, secretario general de la CEM remarcó que el interés que tiene la Iglesia católica en el tema educativo no atenta contra la laicidad del Estado. En entrevista comentó al respecto que un auténtico Estado laico no puede ser excluyente, porque Estado laico sólo significa que no es confesional, así que no se violenta cuando se presentan ideas, por eso podemos proponer elementos que consideramos importantes para la tarea educativa, para que la educación abarque a la persona en su integralidad y haya una educación que permita establecer un desarollo integral de la nación, nosotros no imponemos, solo proponemos”.

Lira Rugarcía refirió también que el documento se hará llegar a las autoridades correspondientes del gobierno federal, así como también a las escuelas e instituciones educativas y subrayó que la preocupación de la Iglesia en este aspecto es porque la educación incide en el presente y el futuro del país y ante esto se debe ofrecer una educación de calidad y que llegue a todos y sostuvo que en esa labor los maestros y maestras son fundamentales.

La religiosa Nilma Lorena Herrera Caamal, directora general del Instituto Mexicano Regina e integrante del equipo coordinador de la red de educación de la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México, señaló que la educación es parte importante para la transformación, para que la corrupción, injusticia y la mentira puedan cesar y para dar paso a la verdad, la libertad y la paz. Para que México hoy sea lo que queremos y pueda salir de la cultura de violencia y dolor que nos envuelve.