Alrededor de 683 archivos históricos y bibliotecas novohispanas y del siglo XIX, entre otros proyectos en el país, han sido rescatados por la asociación Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (Adabi) que celebra una década dedicada al resguardo del patrimonio cultural.

Así explicó Stella María González Cicero, directora de Adabi México, y destacó que a lo largo de 10 años se han invertido 127 millones 500 mil pesos para preservar la memoria histórica y auspiciar diversos proyectos con instituciones públicas y privadas en los estados y municipios del país.

Además, se han recuperado y puesto al servicio del público 30 bibliotecas con una base de datos de 132 mil libros, y se han publicado 599 títulos con el sello editorial Adabi; resultado de los proyectos terminados, en línea se pueden consultar cerca de 332 archivos.

González Cicero explicó: Nuestro pasado es muy rico y los testimonios escritos e impresos son abundantes, aunque en condiciones muy vulnerables. Dependen de nuestro quehacer para no permanecer en el olvido y tristemente desaparecer por las condiciones inhóspitas en que se encuentran.

Sobre todo, añadió, se debe entender que las instituciones cuentan con pocos recursos y muchas autoridades prefieren dejar las cosas como están sin mayor preocupación. Todos hablan de la importancia de la memoria histórica, pero ésta sufre descuido; nunca es prioritaria en términos generales.

Adabi México ha apoyado con proyectos de rescate, organización, descripción, conservación y restauración a la Biblioteca de las Artes del Centro Nacional de las Artes, a cuatro institutos de la Universidad Nacional Autónoma de México, al Instituto Mora, a los museos Franz Mayer y Luis Barragán, así como al Archivo Histórico de la Ciudad de México, por citar algunas instituciones.

Entre los ejemplos, destaca la intervención de Adabi en más de 269 archivos históricos de la Arquidiócesis Primada de México, mediante la cual se descubrieron importantes fondos documentales, tanto por su antigüedad como por su contenido, lo que ha permitido saber, entre otras cosas, que el país cuenta con dos de los archivos parroquiales más antiguos de América: El Sagrario de México y el de San Luis Obispo Tolosa, en Huamantla, explicó Berenise Bravo Rubio, investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

“Ambos –prosiguió– datan de 1536; también se han descubierto archivos con documentos escritos en náhuatl de finales del siglo XVI e innumerables libros de cofradías, algunos bellamente ilustrados.”

Adabi, recordó Stella María González Cicero, se inició con los archivos municipales y parroquiales por ser los que cuentan con menos recursos. Sin embargo, poco a poco fuimos abriendo el horizonte a instituciones con mucha necesidad, de diferente índole, y con archivos y colecciones de un valor representativo para la cultura de México.

Al respecto, Amanda Rosales Bada, dijo que el principal logro de Adabi es, quizás, haber sentado el precedente de que mediante la iniciativa privada es posible obtener resultados efectivos, así como cambiar la idea de que las instituciones gubernamentales son las únicas que pueden resolver los grandes problemas que nos aquejan.

Si bien su propósito primigenio fue el de sustituir las carencias de las instituciones de archivo y bibliotecas, “resultó ser un detonador en este proceso de generar en la conciencia colectiva la necesidad de proteger la riqueza de patrimonio.

“De los 19 proyectos con que empezó en 2003, en apoyo a 27 instituciones, hoy brinda ayuda económica a más de 55 organismos privados, académicos, gubernamentales –locales y municipales–, así como eclesiásticos, con más de 155 proyectos que incluyen a prácticamente todos los estados del país.”

También puntualizó que la asociación contribuyó al rescate del Archivo de Frida Kahlo, cuya correspondencia permanecía en el olvido, así como a la catalogación y clasificación del acervo bibliográfico del Museo Diego Rivera-Anahuacalli y Frida Kahlo.

La asociación que preside María Isabel Grañén Porrúa cuenta con un único presupuesto que recibe de la Fundación Alfredo Harp Helú para su funcionamiento y sus donaciones. Sus coordinaciones se enfocan en las áreas de Archivos públicos y privados; Bibliotecas y libro Antiguo; Conservación, restauración y encuadernación, y Publicaciones y difusión.

Para festejar, Adabi preparó una serie de actividades que abarcarán a las entidades en las que ha promovido el rescate documental.

Durante el año habrá conferencias con autoridades internacionales en materia de archivos, libros antiguos y restauración; cursos especializados, ciclos de cine, lecturas dramatizadas, presentaciones de libros, talleres para niños y muestras con diversas temas.