Con su disco más reciente, Corazón de ámbar, la cantante Gabriela Fernández refrenda su inclinación por la interpretación de canción clásica y popular, como una forma de homenaje a México.

Este material es una nueva propuesta de música mexicana, porque incluye ritmos como huapangos o nuevas canciones, así como algunos sones y temas diferentes, sin dejar de lado el romanticismo, señala la intérprete en charla telefónica con La Jornada.

He cantado un poco de música clásica; mi escuela es de canto operístico, pero siento que hay una necesidad imperiosa de continuar difundiendo nuestras tradiciones, identidad y música a las nuevas generaciones; aparte, me encanta la música mexicana.

Sin embargo, matiza, todavía hay música mexicana de los grandes ídolos del pueblo, pero no tienen la difusión que merecen. No estoy en contra de ningún género ni músico, solamente pido que la mexicana tenga el lugar que merece en nuestra historia, en nuestra cultura.

En el disco se incluyen 12 composiciones, la mitad son inéditas, como La noche lo sabe bien, Regalito del cielo y Te lo dije. A los temas –agrega Fernández– que ya son parte de la tradición se le hizo arreglos contemporáneos, que les dan un estilo único.

La mitad de las canciones del disco son autoría del también chiapaneco Carlos Macías.

Sobre el disco, cuya idea original es de la cantante, ésta afirma: “Mi concepto es generalizado. Es un homenaje a México. Corazón de ámbar es el lema de Chiapas, pero antes soy mexicana, por lo que el disco es un homenaje a México.

Es necesario apoyar esta música; tiene un público cautivo de hace muchos años, pero falta que se le dé un impulso a nuestra identidad, porque todos merecemos saber de dónde venimos, sobre todo la gente joven. Esto los complementa de forma muy importante, no sólo como humanos sino como sociedad bien definida, bien establecida.

La intérprete comenzó sus estudios musicales a los 13 años en el Instituto Nacional de Bellas Artes, después en la Academia de Canto del Tenor Julio Julián; más tarde perfeccionó su canto y estilo interpretativo con maestros como Susan Young.

Entre otras de sus producciones se encuentran México, voz y alma, Hoy te quiero más y Mi canto es México.