Me preocupa la banalización de la cultura, señala en entrevista
Pese a la crisis, Anagrama no ha reducido el número de novedades, dice
Domingo 12 de mayo de 2013, p. 4
El editor Jorge Herralde, fundador del sello Anagrama, consideró alarmante el proceso de crisis y la degradación económica, social y cultural que vive Europa.
“Estamos viendo las secuelas del capitalismo salvaje, la ley de la selva, la falsa libertad de mercado y la impotencia de encontrar soluciones sobre todo en la Europa mediterránea; Alemania, que rige todos nuestros destinos, ve que se estrangula con esta austeridad a ultranza que impide el crecimiento económico; esto me preocupa, así como la banalización de la cultura, porque para encontrar un título de literatura debes ir al puesto 44 de la lista de betsellers, los demás títulos son sombras de Gray y similares”.
A pesar de los momentos inciertos producidos por la crisis económica, Herralde aseguró que en Anagrama no se ha reducido el número de novedades y como hace 15 años siguen publicando 75 títulos en edición normal y 30 de bolsillo.
Para nosotros ahora México es el primer mercado de América Latina, antes era Argentina, pero debido a las medidas de Cristina Kirchner han bajado un poco las importaciones, pero aquí lo estamos incrementando
, explicó a La Jornada el editor, quien se presentó el martes pasado en la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Recordó que su primer viaje a México fue en 1972; desde entonces ha visitado el país cada año, además de que tiene grandes amigos aquí, como Sergio Pitol y Gabriel Zaid. Dijo que desde 2000 Anagrama publica de manera simultánea en España y México a Juan Villoro, Guadalupe Nettel y Daniel Sada (1953-2011).
Herralde, quien desde hace 44 años dirige Anagrama, comentó que como editor busca a los autores de lengua española con voz propia, distinta, que sea algo nuevo. “Me siento muy orgulloso, porque en los pasados cuatro años publiqué a autores latinoamericanos y españoles sin ninguna recomendación, simplemente recibiendo el manuscrito por correo o por email, como la novela Bonsái, del chileno Alejandro Zambra, que me pareció una joya; también de él publicamos Formas de volver a casa, y ya es considerado uno de los escritores latinoamericanos de su generación más brillantes”.
También mencionó el caso del mexicano Juan Pablo Villalobos, que vivía en Barcelona, fuera de todo el ambiente literario, y desconocido en México. Villalobos envió a Anagrama Fiesta en la madriguera, novela corta sobre narcotráfico, pero con una visión distinta, sentido del humor y habilidad literaria. Ya se ha traducido en 15 países.
Herralde señaló que el editor vocacional es como el escritor: tiene que sentir el llamada del oficio. Cualquier editor empieza como lector y como tal va descubriendo autores, publicando y perfilando su gusto. Intenta descubrir a los autores que a él le gustan y busca en editoriales extranjeras; a veces así se inician muchos sellos, porque no pueden competir con los establecidos y buscan su territorio en las traducciones, e intentan forjar un catálogo coherentey exigente
.
El también autor del libro El optimismo de la voluntad: experiencias editoriales en América Latina expresó que existen muchas literaturas latinoamericanas; y el descubrimiento más gratificante que ha tenido en su labor editorial ha sido el chileno, Roberto Bolaño. Ha sido una de las aventuras más excitantes y gratificantes de mi vida editorial.