En marcha, exigen a Peña cumplir su compromiso de hallar víctimas
Levantamos actas, pero no tenemos respuesta. Es un sentimiento de mucha impotencia
Los violentos son poderosos gracias a su complicidad con las autoridades, denuncia el obispo Raúl Vera
Sábado 11 de mayo de 2013, p. 2
Decenas de familiares de víctimas de desaparición forzada participaron ayer en la segunda Marcha de la Dignidad Nacional para demandar al gobierno de Enrique Peña Nieto que honre su compromiso de buscar a las personas que han sufrido este delito, como ofreció al inicio de su gestión.
En medio de consignas como ¡Hijo, escucha, tu madre está en tu busca!
y ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
, los manifestantes partieron unos minutos después de las 10 de la mañana del Monumento a la Madre y caminaron sobre Paseo de la Reforma hacia el Ángel de la Independencia, exhibiendo las fotos de sus seres queridos.
Con voces de dolor, rabia y desesperación, los familiares de los desaparecidos exigieron al actual gobierno federal que se ponga a trabajar ya
para encontrar a las víctimas de este delito e informe a la gente cómo están trabajando sus funcionarios y cuáles son los resultados que han obtenido.
Explicaciones y resultados pidió Guillermina Hernández, madre de Selene Giselle Delgado Hernández, quien desapareció el 29 de abril de 2010, cuando volvía de la escuela. “La actuación de las autoridades ha sido nula. Me decían que mi hija se había ido con su novio a Acapulco a tomarse unas chelas y que iba a regresar tranquila y hasta con un nieto, pero ya van cuatro días de la madre que no sé nada de ella”, lamentó con voz entrecortada.
La misma exigencia es la de Alejandra Padierna, cuñada de Héctor Rangel Ortiz, desaparecido el 9 de noviembre de 2009 en Monclova, Coahuila. Levantamos actas allá, en Querétaro y en el DF, pero no hemos tenido ninguna respuesta, ninguna detención, ninguna pista. Para nosotros es un sentimiento de mucha impotencia.
Antes de llegar a su destino, los manifestantes –convocados principalmente por la agrupación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México– hicieron una breve parada en el plantón que 12 madres y padres de desaparecidos instalaron el jueves pasado ante la Procuraduría General de la República, donde se pusieron en huelga de hambre para exigir una reunión con Peña Nieto y se les explique por qué no hay avances en las indagatorias.
Entre lágrimas y manifestaciones de solidaridad, las madres de los dos grupos se fundieron en abrazos. Vamos a seguir juntas en esta lucha de amor y vamos a encontrar a nuestros hijos. No estamos dispuestas a permitir tanta indolencia
, señalaron.
Sin motivo de fiesta
En la glorieta del Ángel, y a nombre de los participantes en la caminata, Yolanda Morán, del colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila, enfatizó la necesidad de crear conciencia sobre el problema de las desapariciones forzadas y lamentó que miles de madres no tenemos nada qué festejar hoy porque no tenemos un hijo que nos venga a abrazar
.
El obispo de Saltillo, Raúl Vera, denunció por su parte que los responsables de la violencia y el crimen son poderosos gracias a su complicidad con las autoridades.
“Dense cuenta –dijo a los gobernantes– de que mientras se siga alimentado a las mafias, el sufrimiento y la angustia invadirán cada día a un mayor número de hogares, y el número de personas sometidas a tratos inhumanos se multiplicará de manera exponencial día con día por todos los rincones de México.”