Martes 7 de mayo de 2013, p. 22
Roma, 6 de mayo.
El histórico líder de la democracia cristiana italiana Giulio Andreotti, quien ocupó siete veces el cargo de primer ministro y fue una de las figuras claves de la posguerra, murió hoy a los 94 años. Conocido como Belcebú por su capacidad para perpetuarse en el poder, también fue ministro en 20 ocasiones y senador vitalicio.
Andreotti padecía problemas respiratorios y falleció en su hogar en la capital italiana, informaron sus familiares.
Con él desaparece uno de los principales actores de 70 años de vida nacional
, admitió el jefe del gobierno italiano, Enrico Letta.
El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, comentó que durante medio siglo Andreotti jugó un gran papel en la política de Italia y la reconstrucción de Europa.
Andreotti representaba lo mejor y peor de Italia por su refinada cultura combinada con cinismo y habilidad de viejo zorro de la política.
Será despedido el martes con un funeral sencillo en la iglesia de San Giovanni dei Fiorentini, a pocos metros de su residencia, adonde solía ir a misa todos los días y no muy lejos del Vaticano, con el que mantuvo estrecha relación.
En los años 90 fue acusado de haber orquestado el asesinato de Mino Pecorelli, periodista de investigación, y de estar relacionado con la mafia siciliana. Fue absuelto de la mayoría de los cargos.
Sin embargo, su reputación no pudo liberarse de un señalamiento: el más alto tribunal de apelaciones determinó que Andreotti tuvo relaciones con la mafia hasta 1980, pero que la ley impedía condenarlo.
Nunca fue presidente, a pesar de que fue candidato en 1992, año en que colapsó la llamada primera república italiana bajo el peso de la corrupción y los escándalos con la mafia.
Durante sus más de 50 años en el poder se relacionó con líderes mundiales, como Charles de Gaulle, Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Mijail Gorbachov. Católico devoto, sus amigos en el Vaticano fueron cardenales y papas.