En un libro, la periodista cultural devela la voz íntima del escritor chiapaneco
Escuchar a Jaime Sabines era como leer un poema, recuerda Pilar Jiménez
Tuvo numerosos encuentros con él, que grabó y luego llevó al título que presenta mañana
Lunes 6 de mayo de 2013, p. 8
La poesía es la revelación de las cosas
, nos habla el amoroso que nos enseñó a llorar la hermosa vida. La poesía se trata de instantes, de momentos de la vida en que se debe transmitir una emoción; es un descubrimiento de la verdad del mundo, de las cosas que te rodean
, es la voz interna del poeta que charla consigo mismo gracias al libro Jaime Sabines: apuntes para una biografía, de Pilar Jiménez.
Sabines es de esos escritores que tienen la magia de hablar y escribir igual. Lo escuchaba y era como estar leyendo un poema
, comenta en entrevista Pilar Jiménez, quien vivió esas conversaciones y las regala en lo que se pueden llamar apuntes, ya que el mismo Sabines le dijo: No va a ser una biografía, porque es muy ambicioso; uno no puede hacer una biografía de uno mismo. Habrá partes que se pierdan y se olviden
.
El recuerdo de su padre el mayor Sabines, el amor por su eterna esposa Chepita, su juventud de estudiante de medicina, pero sobre todo el nacimiento de su obra, como Los amorosos o Tarumba, fluyen desde la charla en primera persona que ha quedado capturada y se revela en el libro editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el gobierno del estado de Chiapas. En casi todos los capítulos están los temas en los que insistía Sabines: la vida, la condición humana, la soledad, el paso del tiempo, la muerte y el amor.
Imágenes del archivo fotográfico y documental de la familia Sabines Rodríguez acompañan la voz del poeta, en las más de 400 páginas del volumen, el cual se presentará la noche de este martes, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Me interesó sobre todo hacer una biografía intelectual de Sabines
, declara la autora. Ha faltado crítica profunda sobre su obra; se ha dicho que es un poeta de la emoción y el sentimiento. Creo que sí lo ha sido, porque toca las cosas cotidianas, él mismo lo dijo. Pero, una de las intenciones del libro es mostrar todo lo que hay detrás, el conocimiento de libros, las lecturas, la filosofía, que le gustaba. Me interesaba mucho mostrar a un hombre con un conocimiento basto y que no fue vanidoso
.
El libro tuvo un largo alumbramiento. Aún antes de que Pilar Jiménez conociera al autor chiapaneco, la historia había comenzado a fluir. Sin embargo, relató la autora, fue en 1989 durante una visita a la Cámara de Diputados cuando lo conoció, inusitadamente aceptó ser entrevistado y en la convalecencia de una fractura en la pierna comenzó una serie de numerosos encuentros, casi semanalmente, que se prolongaron por años hasta la muerte del poeta, en 1999.
Después, un centenar de audiocasets y cuatro cajas llenas de documentos quedaron a la espera de ser revisados. Al regreso a México, tras varios años en China, Singapur y Dinamarca, la periodista cultural Pilar Jiménez comenzó la escritura de los apuntes biográficos. Fueron ocho meses dedicados exclusivamente al libro, pero muchos los años en los que se gestó.
El correr del tiempo tuvo su razón, lo entendí cuando terminé, porque el libro fue una cosa dolorosa; yo sentía mucho cariño por Sabines
, descubre durante la entrevista. Era tan fuerte escucharlo, tan maravilloso ver a un hombre que escribía como él, que estaba lastimado por la enfermedad. Sin embargo, tan generoso y agradecido, con tantas ganas de vivir. Siempre decía Sabines en su poesía que la vida se renueva, que todos los días morimos y volvemos a renacer.
Una forma de tener un poco de distancia, describe, fue desaparecer la voz de la periodista, la entrevistadora y amiga, para dejar hablar al hombre muy alto, con personalidad fuerte y por el que sentía admiración: la voz en primera persona. De alguna forma traté de ser distante; desaparezco. Reuní las entrevistas, las acomodé, porque el libro está hecho de manera cronológica y lo que hice fue hilar la voz de Sabines. Era necesario que sólo fuera la voz del poeta.