En el país sólo hay tres guías certificadas para atender ese sector, pese a su potencial
Las autoridades desconocen las modalidades de viaje de los turistas de esa nación, señala Mónica Cruz, experta en atención a ese mercado, que gasta más que el alemán y el de EU
Viernes 3 de mayo de 2013, p. 8
La industria turística de México cuenta solamente con tres guías certificadas para atender al turismo proveniente de China, todas mujeres. Una de ellas es mexicana, lo que la convierte en la única guía nacida en el país con el dominio del mandarín y la primera mexicana en certificarse en atención a turistas de placer y de negocios chinos, mercado emisor de mayor crecimiento en el mundo y que más gasta durante los viajes.
Mónica Cruz Pacheco nació en Chetumal hace 28 años y considera, en entrevista, que en años recientes las autoridades de turismo mexicanas no supieron aplicar las estrategias para promocionar los destinos mexicanos en China, debido a un desconocimiento de las modalidades de viaje de los turistas de aquel país.
Los viajeros chinos viajan en grupos de hasta 15 personas y visitan tres o cuatro puntos turísticos en un día, modalidad muy diferente a la del turista estadunidense, al que sólo le interesa mantenerse en una playa. Su estancia de viaje es en promedio de ocho noches y nueve días, y generalmente gastan poco más de 450 dólares diarios por persona.
El sureste mexicano, favorito de los chinos
Cruz Pacheco, radicada en Cancún, dijo que el sureste mexicano es la zona mejor posicionada en la preferencia de los viajeros chinos; visitan zonas arqueológicas y otras localidades, pero no se limitan a las playas.
La guía mexicana domina el mandarín debido a una estancia de dos años en China por motivos de formación educativa. Pero además, su especialización fue más allá del idioma y logró saber cómo clasificar al turismo chino, cuál de éste llega a México, y qué busca.
Ese mercado es muy complejo, pero sencillo de complacer. Al regresar a México puse en práctica lo aprendido, cubrí áreas ya no sólo de desarrollo de producto y adaptación, sino capacitando a la industria turística para recibir a ese mercado, adaptando publicidad y forma de promocionarse.
El viajero chino no tiene tantas libertades
para movilizarse por el mundo, viaja en grupo y no puede visitar un país que no esté certificado por Pekín, explicó la joven campechana vía telefónica. Además, el grupo de turistas viaja acompañado por un tour-leader, que debe cerciorarse de que el viajero efectivamente regresará a China.
“Es una regla. El gobierno chino no permite a una agencia turística organizar un paquete con un grupo si no hay un tour-leader que evite la deserción”, advierte Cruz Pacheco. Si bien la política migratoria de ese país es ahora más flexible, los viajeros chinos se quejan de la tardanza para obtener la visa para viajar a México.
Los turistas chinos se convirtieron el año pasado en el primer mercado emisor con la mayor derrama económica, debido a un gasto estimado de 102 mil millones de dólares y superior al de los estadunidenses o los alemanes.
El crecimiento de China como mercado emisor de turismo es el más rápido del mundo debido a una rápida urbanización, al aumento de ingresos disponibles y a una mayor flexibilidad de las normas que rigen los desplazamientos al extranjero. De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo, el número de viajeros internacionales chinos pasó de 10 millones en 2000 a 83 millones en 2012.
México registró apenas el ingreso vía aérea de 47 mil 810 chinos el año pasado, un incremento de 29.6 por ciento en comparación con 2011.
Para diversos especialistas, la baja cantidad de guías certificados es una muestra de la escasa preparación de la industria para recibir al mercado chino, lo que se suma a la prácticamente nula conectividad aérea. El potencial de México para captar al turismo chino se verá reflejado en el largo plazo, consideraron los expertos.