México carece de una política de atención a la salud mental de los asesinos. Se calcula que para una población carcelaria de 500 mil reos en el país, sólo hay 10 siquiatras especializados para atender el tipo de conductas que los llevaron a delinquir, se destacó en la presentación del libro Cómo entender al homicida, realizada en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF).

El magistrado de la séptima sala penal del TSJDF, Rafael Guerra Álvarez, cuestionó el papel del Estado frente a los homicidas, y la necesidad de que a éstos se les realice un diagnóstico profesional para encauzarlos hacia un tratamiento siquiátrico

Al respecto, la autora, Ada Patricia Mendoza Beivide, siquiatra forense, dijo que el homicida es una persona que enfermó del cerebro, y como tal tiene derecho a un tratamiento, aunque aclaró que, como en todas las enfermedades, no siempre hay cura.

Al describir el objetivo de la obra, la autora comentó que ésta pretende ser una herramienta que ayude a la sociedad a identificar, incluso desde la infancia, rasgos de la personalidad de los individuos que pueden derivar en homicidas.

Alertó que en materia siquiátrica nadie hace algo por los homicidas, a quienes –a partir de su amplia experiencia, ya que se desempeñó por muchos años como siquiatra forense de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federa–, ubica como provenientes de hogares desestructurados, con odio hacia la figura materna, frustraciones, fantasías infantiles de poder, ausencia de disciplina y de valores morales, carentes de arrepentimiento y sin sentimientos de culpa.