Domingo 28 de abril de 2013, p. a35
Un guante rosa inesperado dio en el rostro de Mariana Juárez. Violento y destructivo. La Barbie cayó desmadejada, con los ojos cerrados, como sumida en un sueño profundo y terrible. Intentó levantarse pero las piernas no le respondieron. Tambaleando miró al réferi y le dijo que podía seguir, pero la mirada la traicionaba.
Era evidente que el golpe la había enviado a otra parte, lejos de la Arena México, donde la japonesa Riyo Togo la noqueó casi a los dos minutos del primer asalto, en la eliminatoria por el título supermosca del Consejo Mundial de Boxeo.
Desde que perdió el título contra Ava Knigth, en octubre pasado, Juárez había advertido que no tardaría en volver a ser monarca, pero Togo sepultó su anhelo de disputar ese título.
Dicen que el primer episodio es de ensayo, para reconocer la fuerza y la estrategia del rival. Sin embargo, ayer no hubo oportunidad ni para calentar los músculos.
La Barbie esperaba el anuncio oficial de su derrota y en silencio trataba de contener las lágrimas. “Le debía una actuación a mi público. Quisiera ofrecer disculpas… sé que eso no basta… créanme que seguiré trabajando y no volveré a cometer estos errores, no tengo palabras”, dijo con la voz temblorosa.
En el pleito coestelar, Jhonny González noqueó sin problemas en el cuarto asalto al japonés Akihiro Katahiri, en un combate pactado en peso pluma.