Con solitaria anotación de Christian Giménez, La Máquina casi amarró su clasificación a los cuartos de final del torneo Clausura 2013, tras vencer 1-0 a Santos, en emotivo partido que brindó un primer periodo vibrante, pero que decayó en el complemento.

En el partido, con sabor a liguilla, la figura del Chaco debió emerger para romper la tensión que ya se respiraba en un graderío atestado que se mantenía expectante y nervioso, y que había estallado solamente en clamores de frustración porque el argentino había perdido dos mano a mano ante el arquero Oswaldo Sánchez.

El cuadro de Torreón, con el boleto a la fase final en la bolsa, tuvo en la zaga a su talón de Aquiles debido a ausencias importantes como la de Felipe Baloy, Osmar Mares e Iván Estrada, pero los Cementeros aprovecharon a medias, pues llegaron numerosas veces ante el marco santista sin poder concretar.

A las fallas del Chaco se sumó otra de Mariano Pavone con un disparo que un bien ubicado Sánchez rechazó con firmeza. Luego fue Teófilo Gutiérrez quien lanzó un tiro que sacudió las redes, pero por fuera. La ilusión óptica engañó a todos, pero el festejo en las tribunas se enfrió al instante.

Los Guerreros también llevaron peligro a la portería local. El colombiano Darwin Quintero encontraba siempre huecos en la zaga celeste y cuando no tiraban a gol conseguían dar pase a Hérculez Gómez, el atacante de doble nacionalidad que al minuto 31 cimbró un poste con un poderoso remate.

Al 34 de acción y tras un nuevo tiro fallido de Pavone, el Chaco contrarremató desde el costado izquierdo. Rafael Figueroa estaba en el suelo junto a Oswaldo, ambos abatidos tras el ataque de Pavone. Sin embargo, Rafa logró desviar con el zapato izquierdo, el balón se elevó y pasó por arriba del larguero de manera increíble.

Enseguida Cruz Azul ganó un tiro de esquina. Pablo Barrera cobró por la derecha y Giménez –herido en el orgullo después de tantos yerros ante el marco albiverde– embistió con rabia y aplicó un cabezazo picado que dejó como estatua al guardameta de Santos. El estallido de alegría por fin fluyó a placer al 35.

Santos hizo un cambio de refresco al 72. Caixinha decidió sacar al atacante Darwin Quintero y metió a Andrés Rentería, quien falló dos claras oportunidades de anotación: al 81, al intentar rematar un centro, y dos minutos después, de nuevo frente al segundo poste, se lanzó de palomita sin conseguir conectar con el balón.

El ritmo del partido decayó y se hicieron más esporádicos los avances hacia las porterías. Guillermo Vázquez también reacomodó a sus hombres con la entrada en medio de aplausos del carismático Chuletita Orozco por Pavone; Barrera se fue a la banca con dolor muscular y en su lugar entró Allam Bello, mientras Nicolás Bertolo sustituyó a Teo Gutiérrez.

Y si el veterano Oswaldo brilló con sus atajadas, Corona no se quedó atrás. Al minuto 75 voló. Su estético lance fue para desviar un envío de Gerardo Lugo. Más tarde preservó la pírrica ventaja con otra atinada intervención.

Con el triunfo, los Cementeros llegaron a 26 puntos y virtualmente se ubicaron en cuartos de final del campeonato mexicano, mientras Santos se quedó con 29 unidades.

Caixinha felicitó al Cruz Azul por haberle roto su racha sin derrotas, pero destacó el segundo tiempo de su equipo: Me dejó muy feliz, voy a dormir descansado. Aunque reconoció que el rival casi nos pasó por arriba en la primera parte del partido. Fue muy superior.

El técnico luso remató diciendo que ya conoce el futbol mexicano, mucho mejor que otros que llevan una vida acá.

Guillermo Vázquez, entrenador local, comentó: Fue importantísimo volver a ganar en casa, se generaron muchas situaciones de gol y aunque haya sido (el triunfo) por la mínima diferencia, fue merecido.

Destacó que su equipo está compitiendo bastante bien y aunque ya cambió la situación de alta presión que en otro momento afectó, ahora trabajaré en el aspecto mental. No podemos aflojar en esta fase del torneo y dio el mérito a sus pupilos.