En música, tener un título no garantiza ser un buen maestro, por lo que deberían establecerse otros requisitos para ser docente, afirmó en entrevista Jorge Artemio Martínez, egresado de la  Escuela Nacional de Música (ENM) de la UNAM.

Entrevistado luego de un concierto en la Universidad Londres, donde se ejecutaron algunas de sus obras, el profesional del sonido y los silencios agregó que los programas de estudio de la ENM han cambiado, pero considero que antes había aspectos mejores, como el idioma francés o el italiano; éste es fundamental para un músico, por el amplio repertorio existente en esa lengua.

Para estudiar música se requiere, aparte de buen oído, ciertas cualidades, pero ocurre que regularmente influyen los padres, quienes a su vez cursaron la materia. Es una cadena. Muchos no acaban la carrera, porque tienen que trabajar. Cuando yo entré a estudiar, en los años 70, entramos 30 alumnos, pero solamente terminamos dos.

Agregó que hay mayor inclinación a estudiar piano o guitarra, y no el violín, que representa más esfuerzo; desde el momento en que uno levanta el brazo la respiración aumenta.

Afirmó que a quien sigue la profesión, ésta le ayuda a tener mayor sensibilidad. Se desarrollan los sentimientos y se es mejor persona. Lo que se trae dentro se desarrolla.

Descubrió su vocación cuando estaba en la primaria, al oír una guitarra. De hecho, antes que el violín se abocó a ese instrumento. Tenía 8 años. “A estudiar profesionalmente comencé a los 17 años. Ahora compongo y lo que he hecho ha gustado. Escribir no cualquiera…dicen. Es como hablar otro idioma, medir los tiempos. La medida tiene que ser exacta. Yo he hecho unas 30 composiciones, algunas duran dos o tres minutos y otras siete, por ejemplo. Mi meta es componer una obra para una sinfónica; o sea, para todos los instrumentos; quisiera hacer un concierto para violín y orquesta barroca. Ahorita tengo una sonatina, que es una pieza más breve que una sonata. He creado obras para niños.”