Piden autoridades a los ocupantes conducirse dentro del marco jurídico universitario
Estudiantes exigen reinstalación de expulsados, alto a la reforma curricular y retiro de denuncias penales
Domingo 21 de abril de 2013, p. 33
Luego de que la noche del viernes pasado un grupo de alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan tomara la torre de rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ayer sábado se realizó un primer contacto entre las autoridades universitarias y los inconformes en busca de una solución, aunque esto no fue posible y el edificio permanece ocupado.
Antes de las 15 horas, el abogado general de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, entregó a los inconformes un documento en el que les planteó que la universidad no entablará diálogo en tanto prevalezca la violencia y la ocupación, contrarias a la legalidad
. Y los exhortó a que depongan su actitud y desalojen las instalaciones de la rectoría, y a que cualquier planteamiento de su parte se conduzca a través de lo que establece el marco jurídico universitario
.
En el comunicado oficial también se les plantea: Las conductas de ustedes el día 19 de abril, al cometer actos violentos, dañaron los bienes de la institución, algo condenable y contrario a los principios universitarios
.
El funcionario de la universidad también les planteó que “esos actos son constitutivos de delito y, por ello, la oficina del abogado general interpuso una denuncia penal con la descripción de los hechos violentos y toma de instalaciones”.
Respuesta de los inconformes
Más tarde, y como respuesta, los estudiantes –que se introdujeron a la rectoría luego de romper una de las ventanas– dijeron reconocer la necesidad del diálogo para la resolución de sus demandas. Partiendo de la voluntad política de la rectoría para este tipo de conflictos, exigimos se demuestre dicha voluntad otorgando el retiro de las denuncias penales, que se fije una fecha pública para el diálogo con las autoridades y que cese el hostigamiento y se salvaguarde nuestra integridad
.
Los estudiantes dieron un plazo de dos horas (que se vencería alrededor de las 18:30) para recibir una nueva respuesta. En declaraciones dijeron que no entregarán las instalaciones hasta que haya un diálogo con las autoridades. De no haber respuesta en ese plazo, informaron, decidirán sus siguientes acciones en una asamblea.
En el comunicado los jóvenes reiteraron que no se trata de una toma de rectoría, sino de un plantón
, pues aseguran que no se ha restringido la entrada ni se ha frenado el funcionamiento del edificio. Aseguraron que la institución fue la que cerró los accesos y los suministros de luz y agua.
Nunca hemos sido violentos, nunca se agredió a ningún trabajador, funcionario, académico, estudiante, y desconocemos las agresiones a periodistas y demás personas. El patrimonio cultural está intacto
.
En un primer comunicado, leído alrededor de las 12:45 horas, los estudiantes del CCH Naucalpan que mantiene tomadas las instalaciones de rectoría desde anoche se deslindaron de los actos violentos surgidos durante la manifestación, en la que marcharon desde el Parque Hundido hasta la sede de la UNAM y realizaron un mitin.
Dijeron que mantendrán tomadas las instalaciones hasta que haya respuesta de las autoridades a sus demandas de reinstalación de cinco estudiantes expulsados por los hechos violentos de febrero pasado, así como que se cancelen los 12 puntos de la reforma al plan de estudios del bachilerato del CCH.
Los inconformes exigieron que no haya represalias por este movimiento y responsabilizaron al rector José Narro y a Laura Lucía Muñoz, directora general del CCH, de cualquier medida en su contra.
Niegan haber dañado el mural de Siqueiros
También negaron que se haya dañado el mural de David Alfaro Siqueiros al momento de la toma del edificio, como afirmó algún medio informativo, pues dijeron que sólo rompieron una ventana
para poder entrar.
Reiteraron que ellos, incluidos los cinco expulsados, sólo luchan por la educación pública gratuita. Y recordaron que los hechos violentos de febrero pasado se desataron a partir del ingreso de la policía estatal mexiquense al CCH Naucalpan, con lo que se violó la autonomía universitaria.
Durante el día la gente que pasaba tomaba fotos y algunos preguntaban sobre el conflicto a los inconformes cuando alguno de ellos llegaba, iba o se hacía presente en el exterior del edificio.
Trascendió que muy temprano se pudo ver vigilancia policiaca sobre avenida Insurgentes y que durante la mañana un grupo de estudiantes cargó un bulto pesado de rectoría a la vecina Facultad de Filosofía y Letras; son volantes
, dijeron los inconformes.
Por la tarde, un helicóptero de la policía capitalina sobrevoló varias veces la zona.