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Autor: Carlos Marín-Campos.
Título: "Si Zapata viviera..." Técnica: Grabado en linóleo. Impresión sobre tela tela. Año: 2012. carlosmarincampos.wix.com/home laimagendelrinoceronte.org/ El eslabón faltante ¿Qué es lo que quiere el pueblo? Sencillamente, quiere Tierra y Libertad La revolución que nació proclamando el Plan de Ayala ha propagado sus ideales contenidos en estas dos palabras Cuando se cumplen 94 años del asesinato de Emiliano Zapata, es bueno insistir en que nuestro zapatismo es en verdad un internacionalismo, en que desde hace mucho los campesinos comparten e intercambian utopías, experiencias, estrategias y consignas. Sabemos que en 1911 la consigna Tierra y Libertad llega al zapatismo por el Partido Liberal Mexicano (PLM). Y sabemos que, empleada ya por Ogariov en el periódico The Bell (Kolokol, en ruso) que Herzen y otros exiliados políticos publicaban en Inglaterra, fue retomada en 1861 por Nicolás Serno-Solovievich, animador en San Petersburgo de una organización terrorista llamada precisamente Semlia i Volia (Tierra y Libertad). El grupo fue aniquilado por el zarismo, pero gracias a ellos la frase se difundió en el movimiento campesino y en 1899 fue adoptada como lema por el mayor partido rural ruso, el Social Revolucionario, formado por iniciativa de la bakuninista Alianza de Socialistas Revolucionarios. En 1861, cuando Herzen y Ogariov son informados del nacimiento de Semlia i Volia, vive con ellos otro exiliado, Miguel Vasilievich Bakunin, quien se entusiasma con la nueva organización al punto de autonombrarse su representante en Suecia, Finlandia y otros países europeos. Al principio Bakunin camina junto a Carlos Marx en la Internacional, organización revolucionaria fundada en 1864, aunque paralelamente impulsa la Alianza, que representa la corriente de los comunistas libertarios. En el Congreso de Basilea, de 1870, se acercan a Bakunin los españoles Sentinón y Pellicer, quienes, de regreso en su país, promueven a la Alianza como agrupamiento secreto. De hecho en España los antiautoritarios son más fuertes que los socialistas hasta bien entrado el siglo XX, y una de sus consignas más socorridas es Tierra y Libertad. En 1888, año en que se crea la Organización Anarquista de la Región Española, en Gracia, Barcelona, el catalán Joan Montseny, cuyo seudónimo era Federico Urales, publica el periódico quincenal Tierra y Libertad, que más tarde traslada a Madrid, donde aparece como suplemento de la Revista Blanca. Retomado por otros, Tierra y Libertad es editado de nuevo en Barcelona, de 1905 a 1919, época en que escriben ahí Pere Esteve, Josep Prat y, entre 1907 y 1909, Ferrán Tarrida Marmol, quien no hay duda de que tenía contacto con Ricardo Flores Magón, pues en 1912, cuando desde la revista Les Temps Nouveaux, Gravé, Frement y otros atacan al mexicano por “campesinista”, pues apoyaba a Zapata, en esas mismas páginas lo defienden, Kropotkine y –críticamente– Tarrida, quien dice que Ricardo “es uno de los luchadores más sinceros, más viriles y más honestos de nuestra época”. En 1905, en San Louis Missouri, Flores Magón conoce a Emma Goldman, a un grupo de anarquistas rusos y al ácrata español Florencio Basora, y en 1910 el PLM cambia el envejecido lema Reforma, Libertad, Justicia y Ley, por la consigna Tierra y Libertad. Es, pues, muy probable que la bandera que en la segunda década del XX adoptaron los magonistas, luego los zapatistas y más tarde el Partido Socialista del Sureste, haya pasado de Rusia a México por la vía del anarquismo y en especial de los antiautoritarios ibéricos. En los años 30´s Tierra y Libertad reaparece en España como órgano de la Federación Anarquista Ibérica y publicado en Andalucía, donde hay un potente movimiento de jornaleros agrícolas de tradición ácrata. Tan poderoso es, que en el Himno Andaluz, que en la Asamblea de Ronda de 1918 es aprobado por los nacionalistas, figura la frase “pedid Tierra y Libertad”. Cuarenta años después, la consigna se generaliza en las ocupaciones de fincas, las huelgas y las asambleas de las Comisiones de Jornaleros, que en 1976 se fusionan en el Sindicato de Obreros del Campo (SOC). Agrupación que adopta la anarquista “acción directa” como forma de lucha, lo que no le impide abrevar en el marxismo y vincularse a una organización política maoista: el Partido de los Trabajadores de España. En los 70’s y 80’s, los toma-fincas andaluces gritaban ¡Tierra y Libertad!, atribuyéndole la consigna a Emiliano Zapata. Y esto me consta, pues por entonces, estando en Córdoba, tuve la suerte de conocer a Diamantino García, “El cura de los pobres”, de oficio jornalero agrícola y fundador del SOC. Diamantino, muy enterado del entonces beligerante movimiento campesino mexicano, empleaba entre los aceituneros de su tierra, no solo la consigna Tierra y Libertad, que asociaba con nuestro zapatismo, sino también la gráfica agrarista que nosotros usábamos y en la que se reciclan, entre otros, los dibujos de Diego Rivera. Continuará… A. Bartra
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