Jean-Claude Mas comparte el banquillo en el tribunal de Marsella con cuatro de sus emplead
Ayer, el primer día de juicio, el empresario dijo que recibe mil 800 euros al mes por jubilación, como único ingreso
Las víctimas, estimadas en 30 mil en Francia, lo acusan de engaño agravado
Los implantes eran elaborados con gel industrial inadecuado para uso médico; era más barato
Jueves 18 de abril de 2013, p. 2
Marsella, 17 de abril.
El proceso de cinco directivos de la firma francesa Poly Implant Prothèse (PIP) acusados de engaño agravado y estafa por haber fabricado implantes mamarios con un gel de silicona inadecuado para uso médico, se inició el miércoles a tres años de que estalló el escándalo en medio de un clima de tensión.
La audiencia, en el tribunal correccional de Marsella, se inició en presencia de entre 300 y 400 mujeres víctimas de las prótesis PIP, para las que fue el primer encuentro frente a frente con el principal acusado: Jean-Claude Mas, fundador de PIP. Pero éstas tendrán que esperar antes de las primeras explicaciones.
En el banquillo de la ciudad del sur de Francia además del fundador de PIP, declarado insolvente, están cuatro de sus ex empleados, acusados de fraude y engaño grave a los consumidores: Claude Couty, director general de la empresa; Hannelore Font, directora de calidad; Loïc Gossart, director técnico, y Thierry Brinon, director de productos.
Los cinco inculpados podrían ser condenados a hasta cinco años de cárcel.
En el primer día del juicio se trataron aspectos de procedimiento y la defensa intentó, sin éxito, lograr su anulación, alegando que las investigaciones sobre actos delictivos como lesiones corporales o insolvencia fraudulenta están aún en proceso y eventualmente tendrían que abrirse nuevos procesos.
El inicio de los interrogatorios se espera en los próximos días.
Lo más probable es que las víctimas no reciban compensaciones: Jean-Claude Mas, de 73 años y fundador de PIP, declaró este miércoles que es un jubilado y que sus ingresos no superan los mil 800 euros al mes.
Insultos
Cuando Claude Vieillard, juez que preside el tribunal, pidió a los cinco inculpados que indicaran su identidad, la reacción de la sala fue inmediata. Se oyeron insultos y abucheos, sobre todo cuando Mas dio cuenta de su pensión como único ingreso.
La calma fue restablecida, pero el alboroto volvió poco después cuando uno de los abogados defensores afirmó que los inculpados están arruinados ya
.
Antes de examinar la causa propiamente dicha, el tribunal recibió dos recursos de la defensa, que critica el procedimiento adoptado por la fiscalía de separar en varios expedientes el caso (dos procedimientos judiciales paralelos están en curso, uno por heridas y homicidio involuntarios y otro sobre los aspectos financieras).
Otros temas de procedimiento podrían, según la fiscalía, acaparar los trabajos del tribunal hasta el jueves e incluso hasta el viernes, entre recursos de anulación y contestación de las demandas.
Poco antes de la hora prevista para comenzar el proceso, el tribunal de casación francés se declaró incompetente para pronunciarse sobre una demanda de traslado del proceso fuera de Marsella presentado por una acusada.
Las demandantes empezaron a llegar temprano al tribunal, instalado en un recinto del parque de exposiciones de Marsella, debido a que sus dimensiones excepcionales sobrepasan la capacidad del Palacio de Justicia.
Jean-Claude Mas se encuentra por primera vez ante las víctimas del fraude, mujeres a las que acusó en sus declaraciones durante la investigación de presentar demanda por dinero
.
En este proceso por los cargos de engaño agravado y estafa, se presentaron 5 mil 250 demandantes, francesas en su mayoría. Se estima en 30 mil el número de afectadas en Francia y decenas de miles en el extranjero.
Hasta el 17 de mayo el tribunal analizará cómo PIP pudo utilizar en sus prótesis durante 10 años un gel de silicona no autorizado para uso médico, pese a los controles de la firma certificadora alemana TÜV.
Personaje central de la causa, Jean-Claude Mas asumió fríamente el fraude durante la investigación, afirmando que la fórmula era perfecta
. Su empresa vendió durante años prótesis mamarias que contenían un gel de silicona industrial, porque era más barato
que el producto homologado.
Más allá de este primer proceso y de las cinco inculpaciones, los defensores de las víctimas tratan de determinar otras responsabilidades del lado de la empresa de control alemana TÜV, de los proveedores de siliconas de PIP y de la agencia francesa de seguridad de los productos de salud.
Las portadoras de prótesis mamarias PIP en la apertura del proceso manifestaban impaciencia
por atestiguar, angustia ante la posibilidad de un aplazamiento y cólera contra quienes las toman por histéricas
.
La exasperación se expresó cuando varias demandantes abuchearon el anuncio del monto de la jubilación de Mas.
Muchas esperaron desde las primeras horas de la mañana la apertura del recinto del parque de exposiciones de Marsella, transformado en tribunal.
Lo que esperamos de este proceso es que los culpables tengan la sanción que merecen, aunque sabemos que no estarán a la altura de lo que han hecho
, afirmó Alexandre Blanchère, que preside la asociación Portadoras de Prótesis PIP).
Agregó que el proceso tiene que permitir también un reconocimiento
de las víctimas, que a menudo son señaladas con el dedo. Y, evidentemente, esperamos una indemnización
, agregó Blanchère antes de entrar en la sala de audiencias.
El abogado de 2 mil 800 víctimas, Philippe Courtois, afirmó que hoy sus defendidas están a la vez ansiosas, porque desean que el proceso se realice
(fueron presentadas varias demandas de aplazamiento o anulación del procedimiento) e impacientes porque tienen muchas cosas que decir
. Algunas quieren testificar, porque eso forma parte de la terapia: expresarse y sacar muchos sufrimientos
, agregó.