El dibujante y grabador José Luis Cuevas (1934) está gracias a Dios, bien, recuperándose favorablemente, manifiesta su esposa Beatriz del Carmen Bazán a La Jornada.

En contraste, aclara que por todo lo que ha pasado con las hijas de Cuevas (Mariana, Ximena y María José), todo lo que me están haciendo, su marido está muy indignado, muy molesto, porque eso es mentira.

Por ello, dice, su esposo quiere hacer una grabación para mandarla a los medios y así desmentir todas estas injurias, aunque Bazán todavía no sabe cuándo lo haría.

La semana pasada, las hijas del artista interpusieron una denuncia por tentativa de homicidio, entre otros delitos, contra quien resulte responsable, en la Fiscalía Central de Investigación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

Respecto de la salud de Cuevas, su esposa dice que está, gracias a Dios, bien, recuperándose favorablemente; reitera que está muy molesto y muy triste porque está preocupado por mí, y se refiere a la situación como una pesadilla de terror que tiene muchos testigos y todo.

Bien atendido

Tras la salida de Cuevas el viernes 12 de un hospital al sur de la ciudad, ya en casa es atendido por un equipo de médicos, geriatras, neurólogos, su siquiatra, su infectólogo. Siempre ha estado muy bien atendido, si no, no me hubiera escrito un libro de amor con todo el amor que me tiene, como me lo dijo ayer (domingo), no puedo permitir que te estén haciendo esto. Tú sabes cuánto te amo y todo lo que tú me amas. Toda mi obra te la he dedicado porque te adoro y eso que te están haciendo son falsedades, porque yo nunca lo hubiera mortificado con nada de esto.

–¿En qué estado estaba cuando salió del hospital la semana pasada?

–Perfectamente bien. A él lo dieron el alta, tengo todos los papeles firmados, tengo todos los documentos.

–De la terapia intermedia supuestamente tenía que haber pasado a una habitación.

–No, fíjate que no. Nunca debió de haber estado, inclusive, en terapia intensiva. Además, él estaba bien. Está aquí con todo su equipo, la prueba es que se siente muy bien. Ya quería estar en su casa, estuvo tres semanas allí, que no era correcto. A mí no me importó el tiempo que estuviera allí, que fuera lo necesario. Simplemente lo dieron de alta porque ya no había necesidad de que estuviera allí.

–¿Cómo sigue de su neumonía?

–Pues, bastante estable. Todo está estable. Le pusieron oxígeno y tiene sus puntitos de oxígeno todavía para que su pulmón esté bien. Hasta le dijeron que podía ir a su estudio a trabajar con su oxígeno. No es tanto el problema.

–¿Sigue dibujando?

–Claro, si mi marido nunca ha estado muriéndose, ni grave.

–¿Dibuja todos los días?

–Claro, tiene una exposición actualmente en la Universidad (Autónoma del Estado) de Hidalgo con toda la obra reciente que ha hecho. Trabajaba en su estudio 15 días antes de irnos al hospital. O sea, todo esto, no sé por qué está pasando.

Por otra parte, en un comunicado del hospital donde Cuevas fue atendido, se informó que el maestro José Luis Cuevas, como todos los pacientes de Médica Sur, recibió atención médica con los más altos estándares de calidad y con la calidez humana que nos caracteriza y que se extendió el alta hospitalaria apegada a la práctica médica, acorde a su condición física y el padecimiento que presentaba, con el fin de continuar su tratamiento de acuerdo a las indicaciones de sus médicos tratantes.