Los Ángeles, 13 de abril.

Kobe Bryant difícilmente permitirá que su extraordinaria carrera en la NBA termine, pero una grave lesión en el tendón de Aquiles del pie izquierdo lo acerca al final sin haber logrado su último éxito: el sexto anillo.

“¡Esto es una mie...! Todo el entrenamiento y los sacrificios que he hecho se desvanecieron con un solo paso, ¡un movimiento que he hecho millones de veces! Esta frustración es insoportable. Mi ira se ha convertido en rabia. ¿Cómo pudo pasar? No tiene ningún maldito sentido.

¿Ahora se supone que tengo que volver y ser el mismo jugador o mejor con 35 (años)? ¿Cómo lo voy a hacer?, no tengo idea, expresó Bryant en Facebook –donde es seguido por más de 16 millones de admiradores– en la madrugada, mientras en la cama miraba su pie muerto.

No entiende cómo pudo pasarle a él, al hombre que se autodenomina Vino, porque mejora con los años, palabra italiana que destila la arrogancia que le ha llevado a ser el cuarto máximo anotador en la historia de la NBA y a ganar cinco anillos. Este viernes la botella de vino se hizo añicos.

La estrella, que busca el sexto anillo que lo igualaría con Michael Jordan, pudo ser víctima de su propia ambición, de desear fervientemente que Lakers de Los Ángeles llegara a los playoffs, tras una aciaga temporada.

Supera los 3 mil minutos

Es el primer jugador de 34 años en haber superado en una temporada los 3 mil minutos desde que lo hicieron Michael Jordan y Gary Payton en 2002 y 2003, respectivamente. En los seis partidos de abril disputó una media de 45.2 minutos y en cuatro de los últimos siete alcanzó los 47.

Gary Vitti, preparador de los Lakers, rechazó que la sobrecarga haya afectado al jugador. Este sábado, después de la operación de una rotura del tendón de Aquiles izquierdo, informó que Bryan estará fuera de las canchas entre seis y nueve meses y, en el mejor de los casos, podría empezar la próxima temporada, el 31 de octubre.

Cuando pasa una cosa así todos quieren saber por qué y no siempre hay una razón, dijo Vitti sobre el hecho de que Bryant jugaba el octavo cuarto sin descanso tras el triunfo de su equipo, el pasado viernes ante Golden State Warriors.

En los últimos siete partidos, a sus 34 años, promedió 45.6 minutos en cancha, en su afán por que el equipo avanzara a los playoffs.

Estamos jugando un poco con fuego, admitió el técnico, Mike D’Antoni, consciente de que el astro estaba al límite, aunque no lo reconociera.

“¿Por qué lo hago?; los playoffs, supongo”, afirmaba la estrella, quien se consideraba casi invencible por su físico, cuidado con famosos baños de hielo.

La noche del viernes Bryant lloraba mientras atendía a la prensa. Son lágrimas de devastación, dijo luego en su cuenta de Twitter, donde agradeció los tweets de vicodina para apaciguar su dolor.

Entre ellos, el de LeBron James, con quien disputa un lugar en el Olimpo de la NBA. Si hay alguien que puede regresar de esa lesión es él, lo animó la estrella del Heat de Miami.