El foro forma parte de las consultas para el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018
Mario Lavista, Arturo Márquez, Natalio Hernández y Rafael Tovar, entre los participantes
Sábado 13 de abril de 2013, p. 6
No se puede pretender una cultura oficial, es ficticia, y cuando quiere cobrar vida propia termina plegándose a la cultura popular o termina siendo una cultura creada e impuesta desde el poder y, por tanto, difícil de comunicar y difícil de aprender, señaló el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Emilio Chuayffet, durante el Foro de Cultura y Arte, que se realizó este jueves.
El encuentro es parte de la consulta ciudadana que se realiza con miras a la integración del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, y esta sesión convocó a investigadores, escritores, editores, artistas, y en general integrantes de la comunidad cultural e intelectual del país, quienes, además de los discursos de Chuayffet y del presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Rafael Tovar y de Teresa, escucharon ocho ponencias en las que se planteó un balance de la situación de la cultura dentro y fuera del país, así como una serie de propuestas.
Los responsables de dar voz a la comunidad intelectual fueron la etnóloga Ana María Salazar; los compositores Mario Lavista y Arturo Márquez; el cineasta Édgar San Juan; los escritores Héctor Orestes Aguilar y Natalio Hernández, y el editor y poeta Marcelo Uribe, quienes trataron los temas Patrimonio cultural, Difusión de las artes y educación artística, Cultura y cine nacional, Política cultural con el exterior, Culturas populares e indígenas, Industrias culturales y Fomento del libro y la lectura.
El titular de la SEP subrayó que desde el primer día de su mandato, el presidente Enrique Peña Nieto manifestó su determinación de modernizar tanto la política educativa como la cultural para dar paso a una transformación radical que rescate su función formativa e integral, y aproveche sus indiscutibles potencialidades. La cultura es emancipación, no aparato de dominación ni mucho menos instrumento de legitimación de lo injusto. La cultura nace de la libertad y se desarrolla acrecentando la propia libertad
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El funcionario llamó a no permitir que se burocraticen
los instrumentos de fomento y apoyo a la cultura porque, dijo, no pueden ser monopolio de unos cuantos. La cultura, insistió, debe tener un sentido social.
Tovar y de Teresa, a su vez, destacó el paradigma histórico cultural totalmente nuevo
que estamos viviendo con la aparición de nuevas tecnologías que se han convertido en el medio más eficaz para transmitir tanto la información como la cultura.
El presidente del CNCA subrayó que a nadie escapa que hay una tarea de recomposición del tejido social en el que la cultura es elemento fundamental, que la imagen del país en el exterior se ha deteriorado y la cultura es el elemento para proyectar la parte más noble del pueblo mexicano, y han surgido nuevas herramientas para hacer llegar los bienes y servicios a los mexicanos, que son las herramientas tecnológicas
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Añadió que son cuatro los puntos fundamentales para la tarea cultural: el primero lograr una verdadera dimensión social del trabajo cultural, un programa que se traduzca en armonía, integración y que realmente pueda llegar a niños, jóvenes, gente de los más distintos lugares de la República a través de los más amplios modos de transmitirla, como son desde los talleres la difusión misma de la cultura, la utilización plena de los espacios culturales y su modernización, hasta integrar a los mexicanos a un trabajo cultural.
El segundo es desarrollar una agenda digital cultural, el tercero una mayor vinculación entre la educación y la cultura, y una mejor proyección de la cultura de México en el extranjero.
Por reintegrar a la filosofía
Ante la presidenta de la Comisión de Cultura del Senado, Blanca Alcalá, la investigadora Ana María Salazar habló de la fractura en la relación políticas culturales y cultura como resultado de la globalización, y llamó a reintegrar la filosofía y las ciencias humanísticas en la formación académica de los mexicanos.
Arturo Márquez, músico y compositor, destacó a su vez la necesidad de una alternativa ante la centralización de la cultura en las grandes ciudades, y hallar la forma de que las comunidades de todo el país tengan acceso a su propia producción cultural.
La música, dijo, es una de las mejores formas para sanar el tejido social. En tanto, su colega Mario Lavista, además de destacar la labor del Estado en el fortalecimiento de orquestas, centros de investigación y grupos de danza, se pronunció por una mayor participación de las empresas privadas en el apoyo a la cultura y a los proyectos artísticos.
El director de cine Édgar San Juan habló de la necesidad de aprovechar los acuerdos comerciales y la posición estratégica del país para convertir a México en una potencia audiovisual, abrir más espacios para la proyección de cine nacional con el fin de que trascienda y atraiga más público a las salas.
Hoy México debe ser una potencia audiovisual, pero debe ajustar el marco legal no sólo de la industria audiovisual sino de todas las industrias culturales.
El investigador Héctor Orestes Aguilar advirtió que la imagen de México en el exterior no debe quedar en manos de publicistas o expertos en imagen (imagólogos), y retomó la tesis del especialista Ernesto Villanueva en el sentido de que la construcción de una mejor imagen del país en el exterior debe ser considerada como asunto de seguridad nacional ante el acelerado e intenso deterioro de dicha imagen más allá de los reportes de ingobernabilidad, corrupción, atropello a los derechos humanos y la violencia del narco.
La política cultural en el exterior requiere entre otras cosas aumentar el número de agregados culturales en embajadas y consulados, consolidar los institutos culturales, realizar un catálogo lo más completo posible de creadores mexicanos, y otro de mexicanismos así como de los centros de investigación sobre México.
El escritor Natalio Hernández expresó que el sistema educativo actual, que fue diseñado para la homogeneización, ya caducó, por lo que es necesario un sistema que responda a la diversidad cultural y que promueva el aprendizaje de las lenguas originarias en todos los niveles escolares.
A su vez, Eduardo Cruz Vázquez, llamó a reconocer al sector cultural dentro de la cadena productiva, ya que las industrias culturales son una de las más exitosas del país.
El editor Marcelo Uribe dijo que el libro es el elemento civilizador más eficiente, sin embargo, se enfrenta a fuertes tendencias monopólicas que limitan el acceso. Nada se resuelve regalando libros sino acercándolos a la sociedad con políticas que permitan el desarrollo de nuevas editoriales y librerías, además de que el Estado deje la edición en manos de las empresas privadas.