Moscú, 12 de abril.

El Teatro Bolshoi y su bailarín estrella Nikolai Tsiskaridzé se enfrentaron este viernes ante la justicia rusa, reavivando un conflicto interno sin precedente que salió a la luz después de que Serguei Filin, director artístico del ballet de esa institución, fue agredido con ácido en la cara.

El tribunal Tverskoi, de Moscú, dio parcialmente la razón al bailarín, de 39 años, enfrentado al director del teatro, Anatoli Iksanov, que prácticamente lo acusó de estar detrás de la agresión.

Tsiskaridzé acudió a la vía judicial para solicitar la anulación de las dos sanciones que el teatro le impuso en febrero por conceder dos entrevistas en las que criticó de manera abierta a la dirección del Bolshoi y que, según la defensa, podrían acarrearle el despido.

El tribunal decidió satisfacer parcialmente la petición de Nikolai Tsiskaridzé contra el Bolshoi y anuló una de sus sanciones, declaró el juez Evguéni Komisarov.

En esas entrevistas, algunos de cuyos fragmentos fueron citados por los abogados del teatro ante el tribunal, Tsiskaridzé pidió al gobierno ruso que despidiera a toda la administración del Bolshoi.

El tribunal mantuvo la sanción impuesta tras estas entrevistas. No veo la diferencia entre las dos sanciones. Se trata de una persecución que ya dura varios años, declaró Tsiskaridzé tras el juicio.

La abogada de Tsiskaridzé, Svetlana Volodina, indicó que recurriría esta decisión para obtener la anulación de la segunda sanción.

El solista está inmerso en una fuerte discusión con la dirección del Bolshoi después de que el director artístico, Serguei Filin, fue víctima de un ataque con ácido que puso al descubierto las rivalidades y los conflictos internos dentro del teatro más famoso de Rusia.

Tres personas, entre ellas el bailarín solista del Bolshoi Pavel Dmitrichenko, fueron acusados del ataque contra Filin.