Tras el reporte de la Secretaría de Gobernación de reducción de ilícitos ligados al crimen organizado, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) indicó que la Iglesia carece de datos de sus diócesis que le permitan refutar o avalar la información gubernamental. No obstante, vivimos con la gente y desde ahí percibimos el dolor, el sufrimiento y las preocupaciones que han marcado su vida, comentó el obispo de Tehuantepec, Oscar Campos Contreras.

En conferencia de prensa, ofrecida en el contexto de la 95 asamblea plenaria del organismo, Domingo Díaz Martínez, obispo de Tulancingo, y Eugenio Lira Rugarcía, secretario general de la CEM, señalaron que la Iglesia católica, si las autoridades lo solicitan, ayudaría en la búsqueda de la paz.

Díaz Martínez indicó: no hemos recibido invitación a colaborar, pero siempre hemos estado abiertos a colaborar para vivir en paz, porque es lo que andamos buscando desde hace años: vivir en paz. En caso de que el gobierno pidiera ayuda, participaríamos de acuerdo con nuestras posibilidades.

Lira Rugarcía agregó que la Iglesia siempre estará dispuesta a colaborar, porque somos parte de una sociedad; siempre habrá disponibilidad para colaborar en todo lo que sea bueno, en todo lo que sea a favor de la sociedad y de cada persona.

Respecto a la visita que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hará a México en mayo próximo, y ante la posibilidad de que sea abordado el tema de la venta de armas, Campos Contreras indicó que el tráfico de las mismas es un comercio criminal, porque nutre al crimen organizado.

Añadió que la apuesta de la Iglesia siempre es por la paz y la justicia, una justicia que no que se impone por la fuerza, sino por la razón.

En torno al plazo de un año que se ha puesto el gobierno federal para abatir la violencia, Lira Rugarcía indicó que la CEM tiene la esperanza de que en ese lapso o menos logre abatirse esta inseguridad.

Para conseguirlo se requiere de la participación de todos, y en esto la Iglesia tiene su parte, pues si se promueve una cultura de auténtica humanidad, las cosas pueden tener un giro muy importante.

Campos sostuvo que siempre que hay un comienzo, por ejemplo un nuevo gobierno, como el de Enrique Peña Nieto, hay esperanza de que las cosas mejoren, e indicó que es importante que la Iglesia anime a la población. No nos toca generar un clima de desaliento, sino de esperanza y participación.

Hizo hincapié en que la situación de violencia en el país es muy amplia, no es sólo la violencia dal crimen organizado; también está la violencia intrafamiliar, la violencia en escuela. Necesitamos la participación de todos.

Llamó a no echarnos la culpa unos a otros, ya que en un clima como el que vivimos tenemos que asumir la responsabilidad que nos toca a cada uno.