Recibe Gobernación documento Migración internacional, nación y dinámica reciente
Miércoles 10 de abril de 2013, p. 49
Puede ser grave que el proceso migratorio internacional conduzca a generar una nación segmentada, y peor aún, polarizada debido a la ausencia de mecanismos de encuentro, inclusión y diálogo, advirtió el presidente de El Colegio de la Frontera Norte, Tonatiuh Guillén López, quien sostuvo que por esta circunstancia es necesaria una estrategia de rencuentro de la nación consigo misma, a través de las muchas dimensiones que la expresan.
Al entregar a la Secretaría de Gobernación el documento Migración internacional, nación y dinámica reciente, Guillén López llamó la atención sobre la necesidad de cambiar el paradigma en materia migratoria.
“Es evidente que los 23.1 millones de mexicanos que residen en Estados Unidos (más aquellos que viven en otros países) tienen la dimensión de un país. En los hechos han modificado la estructura y concepto de los mexicanos: es decir, quiénes somos, cuántos somos y dónde estamos.
Somos ahora una sociedad muy diferente a la de hace 20 o 30 años. Los mexicanos y mexicanas ya no somos lo que fuimos ni estamos donde habitualmente residíamos
, apuntó.
Destacó que debido a su gran escala, la migración de los mexicanos hacia Estados Unidos ha implicado necesariamente cambios profundos para la nación, para el Estado mexicano y para nuestra definición de lo mexicano, “motivando adecuaciones a sus conceptos, que no hemos terminado de desarrollar. Partimos de una pregunta sencilla: ¿quiénes y cuántos somos los mexicanos?
“La respuesta es compleja y de suma trascendencia. Podemos acudir al Instituto Nacional de Estadística y Geografía y nos dirá que fuimos 112 millones en 2010; y al Consejo Nacional de Población, quien nos dirá que somos casi 117 millones en este momento.
“No obstante la certeza de ambas cifras, nos quedan fuera de ellas los 11.6 millones de mexicanos (nacidos en México) que residen en Estados Unidos. Además, tampoco incluimos los 11.5 millones hijos de estos mexicanos y, en consecuencia, mexicanos por derecho, que también residen en Estados Unidos.
“Adicionalmente, tampoco consideramos a otros 10.4 millones de descendientes (de tercera generación) que aún guardan fuerte herencia y lazos con México.
En síntesis, hay un México enorme, allá al lado, que ronda los 34 millones de personas.
El documento propone, entre los temas, una estrategia nacional hacia los mexicanos en el exterior, con políticas y programas de amplia escala no solamente orientadas a lo urgente –como la valiosa protección consular–, sino constructora de un diálogo que fortalezca los vínculos de identidad, solidaridad y compromiso con México, ya existentes desde los propios migrantes. Además, mediante programas de desarrollo económico a ambos lados de la frontera; simplemente como mercado, es ya gigantesco. No hay que dejar de lado que los mexicanos en el exterior tienen una creciente influencia social y política tanto en México como en Estados Unidos.