Madrid, 9 de abril.

La mítica Sara Montiel y sus admiradores se dieron el útltimo adiós en pleno centro de Madrid, engalanado para despedir a la actriz y cantante española fallecida el lunes a los 85 años.

La comitiva con el féretro de la artista cortó la Gran Vía, principal avenida cultural de la capital española, donde cientos de seguidores la despidieron entre aplausos y gritos de ¡guapa!, ¡viva Sara! y ¡te queremos!, antes de que se celebrara su entierro poco después del mediodía.

Los 11 coches, varios repletos de flores, pararon 15 minutos ante los Cines Callao, en cuya fachada una pantalla gigante proyectaba La violetera, una de las principales películas de Montiel. En el lugar, los congregados entonaron al unísono Cómpreme usted este ramito..., verso del tema central del filme de 1958, que en su época estuvo en cartelera en la misma sala durante más de un año.

Símbolo sexual de los años 50 y 60

Algunos de sus admiradores, en su mayoría coetáneos de la fallecida, lanzaron claveles al coche fúnebre, en cuyo interior podía verse el ataúd, ovalado y de color caoba, y un retrato de Montiel, la primera actriz española que trabajó en Hollywood y fue un símbolo sexual mundial de los años 50 y 60.

Entre los presentes se encontraban algunos del pueblo natal de la cantante, Campo de Criptana, en Ciudad Real. Saritísima pasó gran parte de su vida en la capital española, donde ahora reposan también sus restos, en la misma tumba que su madre y su hermana.

Después de que por la mañana se celebrara una misa privada en el velatorio, unos 200 amigos, familiares y admiradores asistieron a las 13 horas al entierro celebrado en el cementerio de San Justo.

Entre los presentes se encontraban los hijos adoptivos de la actriz, Zeus y Thais, quien descubrió el lunes el cuerpo sin vida de Montiel en su casa de Madrid, además de figuras de la cultura como el productor Enrique Cerezo, el periodista y escritor Boris Izaguirre y la actriz Loles León, o el ex novio de la fallecida Giancalo Viola.

No molestó mucho, dos suspiros y hala. Era la más libre, afirmó León durante el sepelio, en el que se leyeron los versos de La sirena, poema de Ramón Alarcón: Llegó por el mar un día y se marchó por el mar/ Se llevó como recuerdo un beso, no pidió más.

Tras el rezo del responso, algunos de los presentes gritaron ¡Viva Sara Montiel! y ¡la más guapa del mundo!, antes de que se introdujera en la tumba el ataúd, rematado con un crucifijo y 12 claveles rojos. Parte del público cantó también La violetera y lanzó flores a la tumba para despedir a la actriz, antes de que concluyera la ceremonia.

Entre las últimas voluntades de Sara Montiel estaba la de descansar eternamente en Madrid, ciudad que le podría dedicar pronto una calle, según adelantó el lunes frente a la capilla ardiente la alcaldesa Ana Botella.

Afirmó que Montiel era una persona muy querida en la ciudad, y anunció que el ayuntamiento le dedicará un homenaje el próximo 15 de mayo, día de San Isidro, patrón de Madrid.

Montiel rodó más de medio centenar de películas a lo largo de su carrera, entre ellas Varietés o El último cuplé. En el momento de su muerte, llevaba cuatro décadas retirada de la gran pantalla, si bien hasta sus últimos días fue uno de los personajes favoritos de la prensa del corazón en España.

Lanzarán compilación de temas más populares

La artista destacó también como cantante. La discográfica EMI Music afirmó que el destino ha querido que su muerte casi se juntara en el tiempo con el lanzamiento, el próximo 23 de abril, de una nueva compilación de sus temas más célebres, titulado Inolvidable: 50 canciones para recordar.

El doble cedé incluye la banda sonora de su mayor éxito cinematográfico El último cuplé, para la que grabó su célebre Fumando espero. Entre otros de sus temas se encuentran boleros (Bésame mucho, Contigo aprendí), coplas (Tatuaje, Ojos verdes), varietés (Tápame, El polichinela) y tangos (El día que me quieras, Volver).