Martes 9 de abril de 2013, p. 9
París. En sus papeles de timador, boxeador y atrevido, Jean-Paul Belmondo ha recibido duros golpes ante las cámaras, pero tampoco la vida lo ha tratado con guantes de seda. Sin embargo, es un luchador, como en sus películas. Y a pesar de haber sufrido una apoplejía, no deja de trabajar. Este martes, esta leyenda del cine francés cumple 80 años. Su más reciente proyecto es una comedia de gángsters dirigida por Claude Lelouche, en la que da vida a un viejo criminal que se fuga.