Para proteger a los boxeadores, un grupo vulnerable por el riesgo al que se exponen y la precariedad en la que muchos se encuentran, la Secretaría de Salud del Distrito Federal y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) firmaron un acuerdo para brindar este servicio a púgiles en activo o retirados.

Los muchachos salen de cunas muy humildes, llegan a tener su carrera, la terminan y siempre hay necesidad de atención médica, pero no cuentan con dinero, dijo José Sulaimán, presidente del CMB.

El secretario de Salud capitalino, Armando Ahued, explicó que con esta iniciativa se protegerá no sólo a los peleadores, sino también a sus familias.

Después de una contienda muchos terminan lesionados y tienen que ver a especialistas, oftalmólogos o neurólogos; requieren estudios muy complejos o cirugías, procedimientos muy caros que muchas veces no tienen con qué pagarlos, porque no todos los boxeadores ganan mucho dinero, detalló el funcionario.

A veces reciben tanto golpe que duran días con inflamaciones del cerebro y requieren tomografías o resonancias magnéticas, un neurólogo o un neurocirujano, porque pueden tener derrames que requieran una cirugía, abundó.

Además, el convenio tiene dimensión preventiva, explicó Ahued, y puso de ejemplo el caso del mal de Parkinson, enfermedad que puede ser común en esta disciplina.

Cuando un boxeador presente estos síntomas, sólo tendrá que afiliarse para ser atendido por especialistas, agregó Ahued.

Se instalarán módulos de afiliación en el CMB y el único requisito será que se dediquen a este deporte, de manera profesional o amateur, y que vivan en la ciudad de México.

En general el púgil está desamparado; muy pocos tienen éxito y la mayoría no serán campeones del mundo, contó el ex monarca Lupe Pintor. “Con los golpes, el peleador siempre pierde algo en cada contienda y al final a veces termina sin nada.

Estos convenios sirven para ayudar a los peleadores en activo y aquellos que muchas veces no pueden prevenir sobre su futuro y no quedar en el desamparo.