Lunes 8 de abril de 2013, p. 23
Nueva Delhi, 7 de abril.
India probó hoy con éxito en la isla oriental de Wheeler un misil tierra-tierra, con capacidad para portar ojivas nucleares, como parte de su programa de disuasión militar, informó el Ministerio de Defensa.
Denominado Agni II, con alcance superior a 2 mil kilómetros, el proyectil tiene un metro de diámetro y 17 de longitud, y es capaz de transportar mil kilos de carga explosiva.
De dos etapas, el cohete está equipado con un sistema de navegación especial que le permite un alto grado de precisión.
El misil alcanzó limpiamente el objetivo, fue un lanzamiento perfecto, aseveró Ians Prasad, jefe del Campo de Pruebas Integrado del estado de Orissa, unos mil 300 kilómetros al sureste de Nueva Delhi, frente a la bahía de Bengala.
Ya incorporado al arsenal de las fuerzas armadas indias, el Agni II pesa alrededor de 17 toneladas y puede lanzarse tanto desde medios ferroviarios como automotores, con un tiempo de puesta a punto de 15 minutos.
Alcance intercontinental
En abril del año pasado la nación asiática probó con éxito su primer misil balístico intercontinental, el Agni V, que con 17.5 metros de largo y 50 toneladas de peso puede portar ojivas atómicas de más de una tonelada y teóricamente alcanzar casi toda Asia y buena parte de Europa oriental.
Cuando lo incorpore a su arsenal, lo cual podría ocurrir este año, India ingresará al exclusivo club de naciones apertrechadas con misiles balísticos intercontinentales, integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y, presumiblemente, Israel.
Además de los Agni (fuego, en sánscrito), el ejército indio cuenta con la serie Prithvi (tierra), también de diferentes alcances, y el Brahmos, el de mayor capacidad de carga y desarrollado en cooperación con el complejo militar ruso.
Todos son capaces de portar ojivas atómicas y forman parte de la carrera armamentista que el país asiático mantiene con su vecino y rival Pakistán, también poseedor de tecnología para fabricar misiles balísticos del mismo tipo.
Ambas naciones han librado tres guerras desde su independencia en 1947, dos de ellas por el limítrofe territorio de Cachemira, con la consecuente preocupación para la región y el resto del mundo.