Alarma la extracción de maderas preciosas
Miércoles 3 de abril de 2013, p. 47
La situación de las zonas forestales del país es preocupante, ya que actualmente se mantiene apenas 36 por ciento de las selvas originales y 62 por ciento de los bosques, indica el Informe de la situación del medio ambiente en México 2012.
Precisa que tanto la deforestación como la alteración de la vegetación afectan negativamente los bienes y servicios que aportan los ecosistemas naturales.
Apunta que de la década de los 70 a 2007, la tasa anual de deterioro –considerando la deforestación más la degradación– de los bosques y selvas fue de alrededor de 711 mil hectáreas por año.
Además, señala, la vegetación forestal secundaria que cubre grandes extensiones del territorio nacional es resultado de la regeneración de sitios que antes fueron deforestados, así como del deterioro de la vegetación primaria u original.
Entre 2000 y 2007, de la superficie que se convirtió en bosques y selvas secundarios, cerca de 47 por ciento provino de la regeneración de terrenos agropecuarios, y el resto de la degradación de bosques y selvas primarias.
El documento de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) indica que la forma de alteración más parecida a la deforestación es la extracción selectiva de maderas, y un ejemplo es que, a pesar de la prohibición de cortar leña, es común que alrededor de 17 por ciento de la población utilice este material o el carbón para cocinar.
Agrega que, además del daño directo provocado por la extracción de leña y maderas preciosa durante el proceso de tala de un árbol como la caoba puede dañarse entre 30 y 50 por ciento de los individuos adyacentes, ya sea flora o fauna.
Refiere que de acuerdo con la carta de uso de suelo y vegetación, en 2007 los bosques fueron los ecosistemas forestales más fragmentados del país, ya que 54 por ciento de su superficie remanente, que suma alrededor de 18.4 millones de hectáreas, se encontraba dispersa en fragmentos menores a 80 kilómetros cuadrados. El panorama se agrava para algunos tipos de vegetación, como es el caso del bosque mesófilo de montaña, que ese año fue la vegetación más fragmentada.
Con relación a las selvas, cerca de 38 por ciento –12.1 millones de hectáreas– está en pedazos menores a 80 kilómetros cuadrados. Las selvas subhúmedas presentaron menor continuidad en su territorio que las húmedas.
Sobre los matorrales, que caracterizan a las zonas áridas, refiere que también han sido deteriorados por las actividades humanas, aunque el ritmo a que han sido transformados en otros usos de suelo es más difícil de evaluar que la deforestación. Esta vegetación ocupa alrededor de 43 mil kilómetros cuadrados, extensión similar a la de Yucatán.