Son grandes amenazas para la salud de los mexicanos, afirma el Presidente
Atender enfermedades crónicas no transmisibles, entre los mayores retos: Mercedes Juan
Miércoles 3 de abril de 2013, p. 15
El presidente Enrique Peña Nieto instruyó ayer a la Secretaría de Salud (Ssa) poner en marcha una estrategia nacional para prevenir y controlar la obesidad y la diabetes, pues se han convertido en una de las amenazas más grandes para la salud de los mexicanos.
Las enfermedades del corazón asociadas con la hipertensión arterial, la diabetes y la obesidad se han convertido en las principales causas de muerte en el país en años recientes. Se estima que en 2012 fallecieron más de 105 mil personas a causa de padecimientos cardiovasculares, 37 mil más que en 2000.
El tratamiento y el manejo de la hipertensión presenta y representa para el sistema nacional de salud costos muy elevados, y para sociedad, enfermos y familias, una reducción de las capacidades productivas, elevados costos laborales y problemas sicológicos individuales y familiares
, manifestó Mercedes Juan López, titular de la Ssa.
Al encabezar de manera anticipada el acto por el Día Mundial de la Salud, que este año está dedicado a la hipertensión, Peña Nieto definió las tres prioridades de su política en la materia: acceso efectivo de la población a los servicios médicos, calidad de los mismos y prevención.
En el acto, realizado en el patio de honor del Palacio Nacional, al que asistieron también seis ex secretarios de Salud, el mandatario destacó los grandes avances que en esa materia ha tenido el país durante varias décadas.
Pero reconoció que México vive una situación compleja en ese ámbito. La fragmentación del sector, el uso ineficiente de los recursos y la saturación de los servicios afectan la oportunidad y calidad de la atención médica. Además, el cambio epidemiológico que estamos viviendo representa un reto adicional para nuestro sistema de salud
, subrayó el mandatario.
En el país, explicó, “aún enfrentamos retos típicos de naciones en desarrollo, como la persistencia de enfermedades infectocontagiosas y altos índices de mortalidad materna e infantil, pero también hay una creciente incidencia de males crónicos no transmisibles, como cáncer, diabetes e hipertensión, propios de países desarrollados.
“Esta doble condición nos obliga a actuar de inmediato. Se requiere una transformación del sistema nacional de salud. Necesitamos, además, replantear hábitos individuales y colectivos.
Tenemos que desterrar esta idea de salud como cura y transitar hacia un concepto integral, asociado con estilos de vida saludables
, comentó el presidente, quien informó a los presentes que el acto fue adelantado debido a que el próximo día 7 realizará una gira de trabajo por China y Japón.
Respecto de la estrategia nacional contra la obesidad y la diabetes, declaró que ésta deberá incluir el fomento de estilos de vida y hábitos de alimentación saludables. Asimismo, la generación y rescate de espacios para actividad física, capacitación del personal de salud y fortalecimiento de la atención primaria. Para hacerles frente tomaremos las medidas más efectivas, de acuerdo con la evidencia científica disponible, poniendo la salud por encima de cualquier otra consideración.
En el diseño de su estrategia nacional de salud, el mandatario aseguró que su gobierno robustecerá el Seguro Popular, el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, además de la rectoría de la Secretaría de Salud. De igual forma, abundó, se trabajará hacia la portabilidad y convergencia de los servicios de salud.
La visión a largo plazo es igualar la calidad de los servicios y hacer posible que los mexicanos puedan ser atendidos en cualquier clínica u hospital del sistema nacional de salud pública si así lo requiere.
Informó que este año se destinarán inicialmente 4 mil millones de pesos para aumentar la calidad de los servicios de salud, recursos que ya fueron aprobados por el Congreso.
En el tema de la prevención, dijo que se continuará con los programas de vacunación y de reducción de las tasas de mortalidad infantil y materna.
En su oportunidad, la secretaria Mercedes Juan expresó que las enfermedades crónicas no transmisibles, como obesidad, adicciones, accidentes, lesiones y violencia, discapacidades y problemas de salud mental, son algunos de los retos más relevantes. No es un reto menor, pero si se cuenta con el apoyo, incluyendo el de la sociedad, se podrán entregar buenos resultados
, indicó.
En el acto, Peña Nieto entregó la condecoración Eduardo Liceaga, del Consejo de Salubridad General, al doctor Rubén Lisker Yourkowistsky, además de otros 10 premios al Mérito en Salud, entre ellos el ex secretario de Salud Jesús Kumate.