Con gran motivación para vencer al San José de Oruro y terminar la fase de grupos de la Copa Libertadores como primeros de su grupo, los Xolos de Tijuana viajaron hacia Bolivia a desafiar la altitud de poco más de 3 mil 700 metros sobre el nivel del mar.

La altura es algo secundario; son casi 4 mil metros, pero el torneo pasado fuimos campeones de México jugando en todos lados y contra quien sea; ahora, si aspiramos a ser campeones de la Libertadores, será lo mismo, expresó el mediocampista Jorge Hernández, ayer en el aeropuerto de la ciudad de México.

El cuadro fronterizo tiene prácticamente asegurada su clasificación a la siguiente fase del torneo continental, pero no nos confiamos, buscaremos ganar como sea. El equipo está preparado, tenemos toda la motivación y la mentalidad para conseguirlo, más allá del arbitraje, la afición y cualquier otro aspecto, abundó.

El equipo que dirige Antonio Mohamed sufrió una nueva derrota en la liga Mx en su visita al Toluca y lleva cuatro juegos sin ganar, por lo que ha caído hasta el noveno puesto de la tabla general.

Ya nos cambiamos el chip y pensamos sólo en el partido del miércoles que para nosotros es lo más importante, agregó Hernández, quien recordó que en el partido de ida vencieron a los bolivianos en el estadio Caliente y la historia puede repetirse.

Descartó cualquier síntoma de cansancio, explicó que han tenido una buena recuperación y en su mente sólo está la idea de no dejar escapar la oportunidad de brillar en el plano internacional.

A su vez, el zaguero Joshua Ábrego señaló que los dos torneos siguen a su alcance y ellos no han renunciado a ninguno. Venimos de un descanso por la fecha FIFA, lo aprovechamos para cargar pilas, pero anteriormente el viaje a Brasil y los juegos de la liga estuvieron muy cercanos, no daban tiempo de recuperarnos muy bien. Sin embargo, ahora estamos descansados. Todo el equipo se encuentra bien físicamente, preparados para afrontar lo que viene. El descanso nos cayó de maravilla, enfatizó.

Consideró que en Bolivia deberán proponer un partido inteligente, imponer nuestro estilo, estar muy concentrados, sabiendo que necesitamos un solo punto.