Opinión
Ver día anteriorDomingo 31 de marzo de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Zodes
H

ace unos días nos enteramos por la prensa que están por diseñarse en el Distrio Federal cinco Zodes, que son las siglas de Zonas de desarrollo económico y social. La idea suena muy bien hasta que conocemos los pormenores del proyecto. En innumerables ocasiones, cuando se da una situación totalmente ajena a nuestra indiosincrasia, he escuchado a alguien comentar como si fuéramos suizos.

Resulta que las Zodes las van a diseñar dos afamados arquitectos suizos: Herzog y De Meuron. Recientemente estuve en la Tate Modern, un museo en Londres creado por ellos. Me impresionó lo frío e inhóspito del espacio y los materiales. Al leer la noticia entré a Internet a conocer más de sus trabajos, y tienen algunas obras impactantes, pero ninguna que me pudiera imaginar en el espacio urbano de la ciudad de México.

No quiero sonar xenófoba, pero en México tenemos de los mejores arquitectos del mundo, y algunos de ellos ya han diseñado lo que ahora llaman Zodes. Baste recordar la propuesta de los arquitectos Teodoro González de León y Alberto Kalach. Ellos elaboraron un ambicioso proyecto que está plasmado en el libro México, ciudad futura, libro publicado por Ediciones RM.

En él proponen la reconstitución lacustre del valle de Texcoco, lo que permitiría recuperar la cuenca que acogía el lago de Texcoco, con lo que no sólo se mejoraría el medio ambiente de la ciudad, sino que se controlarían las inundaciones que sufre la zona oriente de la ciudad de México, se tendría reserva de agua, se conduciría un desarrollo urbano planeado y se accedería a un vestigio natural e histórico.

El libro desglosa la propuesta en 13 apartados en los que, apoyados con planos, fotografías y proyecciones, desarrollan el proyecto desde una perspectiva no sólo urbanística, sino también histórica.

Alrededor del lago se desarrollaría una zona de vivienda, comercio y recreación que daría nueva vida a esa zona de la ciudad. La factibilidad de restituir una área lacustre quedó probada con el lago piloto, que creó en Texcoco hace más de 35 años el ingeniero Gerardo Cruickshank.

Otro proyecto es con relación a la región de Chalco, que la naturaleza se está encargando de volver a hacer lacustre, con el riesgo para la numerosa población que ahora habita el lecho del antiguo lago. Desde hace alrededor de 25 años que se comenzó a poblar la zona, han padecido varias inundaciones, que nos hablan de lo cierto del dicho que dice que las aguas tienen memoria... y regresan a sus antiguos lugares. A ello se suma la excesiva extracción de agua de los mantos acuíferos, lo que causa severo hundimiento, que se estima ha sido de casi 15 metros. Ello permite pronosticar que las inundaciones continuarán en el futuro, ya que no habrá bordo capaz de detener la fuerza de las aguas, cuando el nivel del lecho se encuentra tantos metros debajo de los caudales que por cientos de años han tenido ese cauce.

El doctor Marco Adrián Ortega, destacado investigador del Instituto de Geología de la UNAM, ha propuesto que es factible restablecer el lago de Chalco. Esta idea la desarrolla el ingeniero Arturo Vendrell y Lezama en el megaproyecto Chalco Siglo XXI.

¿No sería acertado que el gobierno que preside el doctor Miguel Ángel Mancera contemplara estos proyectos? Sin duda los que los han realizado conocen a profundidad la problemática urbana y social de la ciudad de México, a la que además, estoy cierta, le tienen arrraigo y amor.

Confiando en su buen juicio, vámonos a comer. La querida colega de estas páginas Margo Glanz nos descubrió Mero Toro. Está situado en Amsterdam 204. Tiene platillos originales y sabrosísimos, aunque no económicos. Unas muestras: risotto de tuétano con res braceada y vino tinto, canelones de borrego estofado, huachinago en caldo verde con almeja shione y perejil. Postre: granizado de jamaica con sorbete de mandarina y mezcal.