Burlas, amenazas y agresiones son las principales modalidades
Viernes 29 de marzo de 2013, p. 33
Obstaculizar o negar la protección a la integridad física o sicológica de niñas y niños es una de las violaciones más comunes a sus derechos en el ámbito escolar en la ciudad de México. Tampoco se respeta su derecho a una vida libre de violencia, de acuerdo con las quejas que recibió la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
De enero de 2011 a agosto de 2012 la CDHDF recibió 16 quejas calificadas como presuntas violaciones a derechos humanos vinculadas con violencia escolar que involucran a 34 menores de cuatro a 10 años de edad. En 54 por ciento de las quejas las víctimas son niñas.
El órgano autónomo editó con las quejas recibidas la publicación Violencia escolar, donde detalla que los derechos presuntamente vulnerados son: la obstaculización o negativa para la protección de la integridad física o sicológica, con 57.14 por ciento de menciones; seguido del derecho a una vida libre de violencia, con 14.29 por ciento, en el cual incluyen la omisión de prestar auxilio cuando ocurren las agresiones en centros escolares.
Las autoridades señaladas como probables responsables son la Secretaría de Desarrollo Social, seguida de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y la jefatura delegacional en Coyoacán.
Otro de los temas que destacaron son las quejas de niñas y niños que se encuentran en los centros penitenciarios, pues es un sector que merece atención particular debido a que son doblemente vulnerables ante la falta de condiciones apropiadas para su cuidado y protección.
Para atender la problemáticas la CDHDF distribuye 45 mil ejemplares de la publicación, la cual no sólo destaca las quejas, sino menciona las principales modalidades de violencia que se ejercen, los cuales van desde burlas, humillaciones, castigos y amenazas hasta agresiones a la integridad física, manifestada con golpes, castigos y uso excesivo de la fuerza, entre otras.
También se advierte que el maltrato en la escuela se puede ocultar bajo el pretexto de disciplinar, educar, ordenar o formar a los menores, situación que no ayuda a su desarrollo.