Inflación muele el salario
Alimentos, mayores alzas
DF: madruguete tarifario
os principales indicadores sobre la salud
económica del país muestran una realidad alejada del discurso oficial pues, aunque paulatinos, los descensos son constantes y en nada contribuyen a compartir la versión oficial de que México va de maravilla.
En este sentido, en su más reciente corte de caja
, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados advierte que los indicadores dados a conocer recientemente por el Inegi permiten confirmar que al cierre de 2012 la oferta y demanda agregadas perdieron dinamismo, sobre todo en los componentes de consumo e inversión privados.
Lo anterior se enmarca en un contexto de presiones inflacionarias, pues durante la primera quincena de marzo de 2013 el índice de precios al consumidor observó su mayor aumento en 15 años, situación que de mantenerse continuará deteriorando el de por sí golpeado poder de compra de los asalariados, así como las ventas en los establecimientos comerciales y la confianza del consumidor.
El Inegi informó que el índice nacional de precios al consumidor (INPC) tuvo, en la primera quincena de marzo de 2013, un aumento de 0.52 por ciento, proporción diez veces mayor a la observada en el mismo periodo del año pasado (0.05 por ciento), y la más alta de los últimos 15 años para un mismo periodo. La inflación se explicó por el aumento en el precio de las frutas y verduras (tomate verde, jitomate, calabacita, principalmente, cuya alza quincenal fue de 39.78, 15.38 y 40.29 por ciento, respectivamente); otros servicios (telefonía móvil, turísticos en paquete y transporte aéreo) y los energéticos (gasolina de bajo octanaje).
La variación anual del INPC fue de 4.12 por ciento, cifra mayor a la de la misma quincena del año pasado (3.72 por ciento) y presentó su cuarta alza quincenal consecutiva con relación a su mínimo reciente que se registró en la primera quincena de enero (3.21 por ciento); asimismo, se ubicó por arriba del límite superior del intervalo de variabilidad establecido por el Banco de México (2-4 por ciento).
El índice de la canasta básica de consumo tuvo un incremento quincenal de 0.45 por ciento en el periodo que se analiza, cantidad por arriba de la registrada en la primera quincena de marzo de 2012 (0.08 por ciento). En tanto que su cambio anual fue de 4.34 por ciento, inferior al que registró el año pasado (5.48 por ciento). El costo de los alimentos, tanto procesados como agropecuarios, reportó un incremento anual de 7.68 por ciento, contra 6.57 por ciento un año atrás.
El incremento de la cotización de los alimentos, en particular el de las frutas y verduras, ha venido deteriorando el poder de compra del salario, en especial el de los que ganan menos, dado que la mayor parte de sus ingresos la destina a dichos productos. Así, el salario mínimo general (promedio real ajustado por el índice de los alimentos) pasó de una reducción anual de 2.22 por ciento en la primera quincena de marzo de 2012 a una caída de 3.11 por ciento en la misma quincena de 2013.
Además, el aumento en los precios no sólo incide en el poder de compra de los salarios, sino también en el nivel de ventas de los establecimientos comerciales y en la confianza del consumidor (por ejemplo, en enero cuando las ventas no presentaron sólidos resultados).
Por lo que toca a la economía estadunidense, el CEFP detalla que se mantiene moderada la generación de empleo; incluso la Reserva Federal estima que durante 2013 no se presentarán avances importantes en este rubro, al pronosticar una tasa de desempleo de entre 7.3 y 7.5 por ciento. Lo anterior coincide con la lectura de los indicadores compuestos, la cual apunta a una lenta expansión de la actividad económica, que probablemente mejore a partir de la segunda mitad del año.
En lo referente al sector de la vivienda en el vecino del norte, la emisión de permisos de construcción se ubicó en su mejor nivel desde mediados de 2008 y se espera que la recuperación del sector comience a verse reflejada tanto en el empleo como en la confianza de los consumidores estadunidenses. La Reserva Federal señaló además que mantendrá su política monetaria laxa, pues las expectativas de inflación de largo plazo se han mantenido estables, con lo que se estima que continuará la liquidez mundial y el importante arribo de capitales a las economías emergentes.
En la semana que terminó el 16 de marzo, la cifra adelantada de solicitudes iniciales del seguro de desempleo se ubicó en 336 mil, para un incremento de 2 mil respecto a la semana previa. Lo anterior estuvo por abajo de lo esperado por el mercado que, de acuerdo con la encuesta de Bloomberg, estimaban en 340 mil. Utilizando el promedio móvil de cuatro semanas (suele ser más estable), éste se ubicó en 339 mil 750, lo que equivale a una caída de 7 mil 500 solicitudes.
Al 2 de marzo (última cifra disponible), las personas que están cubiertas por el seguro ampliado provisto por el gobierno federal (Emergency Unemployment Compensation 2008) fueron un millón 780 mil 843, 136 mil 315 adicionales que lo observado la semana previa. Comparando con la misma semana del año anterior, las personas que han necesitado del subsidio federal por llevar mucho tiempo desempleadas se redujo en un millón 71 mil 540. Si una persona continúa desempleada después de las 53 semanas posibles del subsidio anterior, el gobierno federal otorga subsidios por 13 semanas adicionales. En este caso, 544 mil personas tuvieron el apoyo, mientras un año antes eran 461 mil 625. En suma, el nivel actual de solicitudes iniciales del seguro de desempleo es consistente con un escenario de generación moderada de empleo.
Con relación a la inflación en el vecino del norte, el CEFP señala que las expectativas en esta materia se han mantenido estables, a pesar de las presiones temporales derivadas de las fluctuaciones de los precios de la energía.
Las rebanadas del pastel
No sólo es cuestión de números: el aumento
al salario mínimo en el Distrito Federal (2013) fue de 2.43 pesos; el alza al pasaje de Metrobús y micros fue de un peso. Así, los usuarios del transporte público capitalino dedicarán, cuando menos, 82.3 por ciento del incremento
al mini ingreso para moverse, de ida y vuelta (sin transbordo), por la gran ciudad. Pero no hay de qué preocuparse, pues les sobrarán 43 centavos para lo que se ofrezca (vivienda, educación, alimentos y salud, por ejemplo).