Santiago, 25 de marzo.

El abogado Eduardo Contreras, quien fue diputado hasta 1973 año del golpe de Estado, ratificó en un artículo periodístico que el poeta Pablo Neruda fue asesinado.

En septiembre próximo se cumplirán 40 años desde la muerte del poeta y esperamos que para esa fecha sepamos la verdad, dijo.

Contreras representa ante el juez del caso, Mario Carroza, al Partido Comunista en la denuncia sobre la existencia de sustancias extrañas en el organismo de Neruda y la causa real de su muerte aquel domingo 23 de septiembre de 1973.

Agregó que su muerte por enfermedad estaba certificada por médicos y por esos mismos días el único que podía hablar, su chofer y guardaespaldas Manuel Araya, había sido detenido y trasladado al Estadio Nacional. Lo que explica que se haya dado por verdadera una versión oficial que de algún modo calzaba aparentemente con los antecedentes.

Explicó que por otro lado el terror masivo de aquellos terribles días inhibía cualquier tentativa de pedir una investigación sin más antecedentes la que por demás los tribunales no habrían aceptado como tantas otras denuncias y recursos de amparo.

Reconoció que las denuncias posteriores de Manuel Araya, cambiaron las cosas. El denunciante se preguntó por una extraña inyección puesta en el abdomen de Pablo Neruda y por la que el poeta se había alarmado y llamado a Matilde y al propio Araya que se encontraban en su casa de Isla Negra por encargo del propio Neruda en vísperas de su inminente viaje a México que se realizaría el lunes 24.

Sostuvo que el testimonio de Manuel Araya desmintió lo afirmado por los médicos que expidieron el certificado de defunción nº 622 de la circunscripción de Recoleta en el que se afirmaba que el escritor falleció a causa de una caquexia cancerosa, que en estricto rigor nunca jamás existió”.

Contreras recordó que en su momento “El Mercurio, nada menos que un periódico tan próximo a la dictadura, informaba que Pablo Neruda había fallecido de un paro cardiaco y que éste le fue a su vez provocado por un shock causado por una inyección que se le puso en la clínica para calmarle dolores”.

Es decir, quedaba de inmediato demostrado que el certificado de defunción de los médicos de la dictadura era falso, alteraba la verdad. En concreto es mentira que Neruda murió del cáncer que padecía. Jamás estuvo en ese supuesto estado caquéxico, afirmó.

Recordó que es necesario determinar la causa verdadera de la muerte de uno de los chilenos más ilustres de todos los tiempos y así surgió la querella criminal iniciada en 2011 por el Partido Comunista del que el poeta fue militante de toda su vida, además de miembro de su Comité Central, senador, y candidato a la presidencia de la República.