Durante el acto inaugural del séptimo Gran Remate de Libros en el Auditorio Nacional, ayer, el nuevo presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), José Ignacio Echeverría Ortega, hizo hincapié una vez más en la necesidad de aplicar la Ley del Fomento para la Lectura y el Libro que debe cubrir también estas cargas fiscales que no están a la vista del público, pero también hacen que los libros no pueden bajar de precio, se cierren librerías y no se ofrezcan alternativas viables para evitar su destrucción.

Recordó que el objetivo del Gran Remate surge de la preocupación sustancial de editores y de libreros tratándose de los libros que no se venden, se saldan y lo que no se salda, se pica, se incinera o se guillotina, es decir, es destruido.

En la edición anterior del Gran Remate de Libros se tuvo una cifra de facturación superior a 9 millones de pesos y se vendieron más de 215 mil ejemplares.

Al término del acto, Echeverría dijo en entrevista que la ley no se está aplicando en términos generales en la parte de los precios fijos; hay algunos editoriales que sí están participando en esto, algunas librerías que también lo están haciendo, pero todavía no se ha logrado una política de consenso en este sentido. Las editoriales sí están aplicando un precio fijo, pero todavía no se ha podido hacer que éste sea único en todo el país.

Una de las causas, continuó, podría ser si no se cumple con esta ley, no hay ningún castigo. Falta el reglamento preciso para que pueda ocurrir esto.

Por precios al alcance de lectores

Francisco Serrano Carreto, coordinador ejecutivo interino del Auditorio Nacional, anunció que en los primeros cinco minutos de la apertura del Gran Remate entraron 800 personas y que en el momento de la inauguración había 5 mil 600 asistentes en los cerca de siete mil metros cuadrados del vestíbulo y otras áreas del primer piso del recinto.

María Cortina, coordinadora del programa Fomento a la Lectura de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, quien estuvo en representación de su titular, Lucía García Noriega, refrendó la necesidad de poner los libros al alcance económico de los lectores.

En el séptimo Gran Remate de Libros en el Auditorio Nacional, que concluirá el 31 de marzo, participan 150 expositores con 250 fondos editoriales y más de 10 mil títulos a la venta.