En la entidad han sido ejecutados 18 luchadores sociales; exiliados en EU, ocho activistas
Lunes 25 de marzo de 2013, p. 32
Ciudad Juárez, Chih., 24 de marzo.
Una juez del sistema de adolescentes infractores encontró culpables a tres jóvenes del homicidio de la activista Susana Chávez Castillo –creadora de la frase Ni una más, utilizada en la lucha contra los feminicidios–, ocurrido el seis de enero de 2011.
Los implicados llevan las iniciales S.R. C. O., A. R. A. M., y C. G. R. M., quienes fueron declarados culpables de homicidio calificado y agravado en perjuicio de la defensora de los derechos humanos. La sentencia se les dictará el miércoles próximo y podrían alcanzar hasta 15 años de prisión, de acuerdo con el sistema de justicia penal vigente en el estado de Chihuahua.
Los jóvenes fueron detenidos por policías municipales el mismo día del asesinato debido a que dejaron un rastro de sangre desde una casa hasta el terreno donde se encontró el cadáver de la activista. El domicilio corresponde a donde vivía Sergio Rubén Cárdenas.
Los tres presuntos homicidas declararon que el 5 de enero de 2011 alrededor de las 22 horas, ingerían bebidas alcohólicas en la vivienda de Sergio Cárdenas, y cuando se les acabó salieron a comprar agua celeste (droga) y más cervezas
, entonces encontraron a una mujer que estaba embriagada
, a quien Sergio invitó a su casa y ella aceptó, según dijeron.
La declaración agrega que durante la reunión empezaron a discutir porque Sergio Cárdenas le confesó a la mujer que eran de la banda Los Aztecas y ella les respondió que era policía encubierta y los iba a denunciar; sin embargo, ellos la llevaron al baño y con un cinta adhesiva le cubrieron el rostro hasta asfixiarla. Enseguida tomaron un serrucho y le amputaron una mano y luego la arrastraron hasta la calle, donde la dejaron abandonada para simular que se trataba de una ejecución.
En Chihuahua han sido asesinados 18 luchadores sociales y en dos casos se logró dictar sentencia a los culpables. Uno de los crímenes se cometió contra Marisela Escobedo, en la ciudad de Chihuahua, y ahora el de Susana Chávez, lo que se suma a que ocho activistas se encuentran exiliados en Estados Unidos, debido a las amenazas y atentados de los que han sido víctimas.
Por mencionar algunas de las 18 muertes, cinco corresponden a miembros de la familia Reyes Salazar, tres a la familia Gutiérrez Saláis, originaria de Nuevo Casas Grandes, y las dos mujeres.
Entre los que solicitaron exilio político en Estados Unidos se encuentran Cipriana Jurado, activista y luchadora social que fue amenazada de muerte varias veces; Malú García y su mamá Norma Andrade, además de la profesora Marisela Ortiz, así como cuatro mujeres con hijas desaparecidas.