Se impuso 3-0 a Puerto Rico en la tercera edición del torneo
Miércoles 20 de marzo de 2013, p. a51
San Francisco, 19 de marzo.
República Dominicana, con marcha perfecta, conquistó el martes por primera vez la corona del Clásico Mundial de Beisbol al vencer 3-0 a Puerto Rico en la final de la tercera edición del torneo, que había sido trono de Japón.
Samuel Deduno y los relevistas dominicanos anestesiaron a los bates de Puerto Rico con una blanqueada de tres imparables, en tanto que dobles remolcadores de Edwin Encarnación y Erick Aybar apuntalaron la ofensiva quisqueyana rumbo al octavo triunfo sin derrotas de la tropa dirigida por Tony Peña.
Japón atrapó los dos primeros títulos del clásico, disputados en 2006 y 2009. Pero esos equipos nipones no hicieron lo que este conjunto dominicano: alzar el título de forma invicta.
Ganar el título era una misión de importancia monumental para los dominicanos en esta final con sabor caribeño. Fernando Rodney ponchó a Luis Figueroa abanicando la brisa para el último out y consiguió su séptimo rescate del certamen.
Inesperado finalista, Puerto Rico dispuso de varias oportunidades –embasó cinco veces al primer bateador– pero no supo capitalizarlas con el hit oportuno. Se fueron de 11-0 con corredores en posiciones de anotar.
Fue el fin de un torneo en el que Puerto Rico superó todas las expectativas. Señalado para no sobrevivir la primera ronda, los boricuas se convirtieron en el verdugo que eliminó a Venezuela, Estados Unidos y Japón, pero nunca pudieron contra el muro dominicano.
La fiesta dominicana comenzó temprano en una noche lluviosa en el AT&T Park –pese al mal clima, casi 37 mil fanáticos colmaron el graderío– al fabricar dos carreras en la primera entrada ante Giancarlo Alvarado, el abridor puertorriqueño.
José Reyes abrió con un doblete el derecho y avanzó a la antesala con un toque de Aybar. El manager boricua Edwin Rodríguez optó por un boleto intencional a Robinson Cano. El tiro le salió por la culata cuando Encarnación limpió las bases con un doble entre el derecho y central.
Esa ventaja de dos anotaciones fue bien defendida por el derecho Deduno, quien combinó su recta con una venenosa curva. Deduno cubrió cinco entradas con pelota de dos imparables, tres boletos y cinco ponches.
En la quinta, Alex Ríos negoció un boleto y avanzó a segunda. Acto seguido, Deduno retiró con elevados a Carlos Rivera y Andy González, mientras que Jesús Feliciano recibió un pasaporte para apretar la amenaza, pero Pagán se ponchó.
Hiriam Burgos relevó a Alvarado y contuvo a los boricuas hasta la baja del quinto, en el que un fallo elemental de Irving Falú facilitó la tercera carrera. Falú fildeó una roleta de Reyes, pero no supo sacar a De Aza cuando pasó frente a él y luego Aybar empalmó un doblete al derecho.