‘‘El gobierno sólo sustituye dirigentes’’
Jueves 7 de marzo de 2013, p. 17
Especialistas en el sistema educativo afirmaron que con la captura de Elba Esther Gordillo, y la posible imputación contra sus colaboradores más directos –e incluso familiares– ‘‘se deja intacto el poder del charrismo gremial, que hoy sigue con las riendas del sindicato más grande de América Latina’’.
Al participar en el Foro Nacional en Defensa de la Educación Pública y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), convocado por el magisterio disidente, Tatiana Coll, profesora-investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, aseguró que la caída de la ex lideresa magisterial ‘‘era esperada por muchos, pero también representa un ejemplo más del autoritarismo de Estado”.
Se trata de la ‘‘imposición e intervención’’ desde el poder federal, que con una decisión ‘‘quita un dirigente y pone otro, pero deja totalmente intacta la corrupción sindical. Incluso vulnera la capacidad de negociación del SNTE y de su cúpula para proteger los recursos acumulados y lo que podrán seguir sumando’’.
Sin embargo, afirmó, de ninguna manera significa un proceso de democratización del gremio ni del ejercicio de sus plenos derechos sindicales para más de un millón de maestros. Elba Esther Gordillo cumplió un papel para el sistema y ese proyecto educativo ‘‘privatizador y neoliberal’’ sigue vigente.
En el encuentro, al que también asistió César Navarro, profesor e investigador del Instituto José María Luis Mora, Raquel Sosa, responsable de Educación y Bienestar del Comité Ejecutivo Nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), señaló que Gordillo Morales ha sido una ‘‘pupila avanzada, que aprendió muy bien las lecciones de su maestro Carlos Salinas de Gortari, quien la puso y la quitó de la máxima dirigencia sindical’’.
Agregó que no podemos olvidar que los liderazgos se construyen, y que por más de 23 años Gordillo Morales fue una ‘‘funcionaria pública muy hábil, no para servir a los mexicanos, sino a quienes la encumbraron’’.