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Segunda y última obra de Mozart que dirige el realizador del filme Amour

Michael Haneke triunfa en el Madrid con su montaje de la ópera Cosí fan tutte

El director austriaco despliega su habitual agudeza y aporta un final sorprendente

En sus funciones ha cosechado la ovación del público

La novena y última será el domingo 17 de marzo

Foto
Escenas del montaje de Cosí fan tutte, en el Teatro Real de la capital españolaFoto Javier del Real
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 7 de marzo de 2013, p. 5

Madrid, 6 de marzo.

Sonó la música de Wolfgang Amadeus Mozart y el cineasta austriaco Michael Haneke desplegó toda su agudeza filosófica, su mordacidad implacable y su cadencia dramática.

Cosí fan tutte, la ópera que llevó a Mozart a recibir insultos de inmoral y depravado por la burguesía cortesana de su época, es también la pieza elegida por el director para despedirse del formato operístico e intentar resolver –de la mano del compositor austriaco– el misterio de la sexualidad humana, de los límites de la pasión y el deseo.

Haneke estuvo tres años trabajando de forma simultánea sus películas y este proyecto operístico, el segundo en su trayectoria tras su participación en Don Giovanni, para la Ópera de París.

De nuevo fue Gerard Mortier, director musical del madrileño Teatro Real, quien lo invitó a sumergirse en el libreto de Mozart y de Lorenzo Da Ponte.

El resultado fue una puesta en escena y una dirección novedosas, con un final sorprendente y una ovación cerrada y eufórica en todas las funciones.

Esta ópera, a pesar de ser una de las más representadas de Mozart en el mundo, invita a muchos abordajes y Haneke fue fiel a su estilo y mirada.

El cineasta es reconocido en el mundo del cine por sus películas inquietantes, que someten al espectador a una experiencia al límite de la resistencia y, al mismo tiempo, de la admiración. Así lo logró con filmes como La pianista, El tiempo del lobo, Caché, La cinta blanca o Funny Games. O la más reciente, Amour, con la que ganó un Óscar.

En el lenguaje operístico, Haneke explicó que de las pocas cosas que toma en cuenta es que la ética y la estética se conjuguen con armonía para crear una pieza que mezcle géneros y artes de forma recurrente.

Así lo hizo con su Cosí fan tutte, en la que incorpora vestuario de nuestra época junto a las ropas contemporáneas de la ópera del siglo XVIII, en una especie de conjunción temporal en la que se reafirma con vehemencia la vigencia de la música y el libreto de la obra.

El reparto fue elegido con muchas dificultades, pues Haneke quería unos cantantes que se aproximaran lo más posible al libreto original, es decir, jóvenes de entre 16 y 20 años, que además tuvieran una voz capaz de cantar una ópera con muchos registros y complejidades vocales.

Los elegidos fueron William Shimell, Kerstin Avemo, Annet Fritsch, Juan Francisco Gatell y Paola Gardina.

Esta producción de Michael Haneke para el Teatro Real tendrá su última función el 17 de marzo, con lo que se habrá presentado nueve veces ante el público madrileño desde su estreno, el pasado 23 de febrero.