¿El mundo fabril tiene derecho a una épica?, preguntó el escritor Paco Ignacio Taibo II, al presentar Xalostoc (Ítaca, 2012), novela de Francisco Pérez Arce, en la edición 34 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, que ayer terminó.

Nosotros que lo vimos bien sabemos que hubo una épica, aseguró Taibo II. Es muy difícil hacer literatura proletaria escapándote de los marcos tradicionales de la visión demagógica del realismo socialista, pero al mismo tiempo es obligado. Sin embargo, agregó, Pérez Arce le entra sin miedo, lo que constituye al mismo tiempo el primer peligro y la primera virtud. El segundo peligro es el enlace entre el pasado y el presente, que visto además en rebote es un reflejo de hoy.

Para Taibo II va siendo la hora de que más autores mexicanos tomen de los cuernos a la realidad nacional. La literatura no es un juego de salón. Es, quizá, en un país castigado por la desinformación y la desmemoria, la mejor ancla de conexión con la realidad.

En Xalostoc convergen el interés por hacer ficción y por abordar también el mundo de la lucha social, señaló el presentador. El libro toma su título del barrio industrial que se encuentra uno de frente cuando cruza Indios Verdes, en el principio del estado de México, en el norte de la capital, formado en los años 60 y 70 del siglo pasado.

Culmina trilogía

Pérez Arce cuenta una historia que vivió en esta zona y en otras de tipo industrial en la urbe. El libro reúne dos tramas: la de un conflicto laboral sucedido en 1975, mientras 17 años después dos de los personajes se ven accidentalmente involucrados en un trama policiaca.

Xalostoc, dijo su autor, culmina la trilogía que empezó con Hotel Balmori (2005) y siguió con Septiembre (2009), cuya lectura reconstruye esta atmósfera social y política del último tercio del siglo XX, pero también una sensibilidad de las personas que vivimos este periodo desde distintos ámbitos.

En Xalostoc se cuenta una historia obrera, una huelga con la finalidad de relatar la problemática que representaba para el sindicalismo independiente de esos años enfrentar un conflicto desde el punto de vista político y jurídico, dijo Pérez Arce. Sin embargo, en la narración de la huelga me surgieron muchas preguntas, lo que da lugar a la estructura de la novela.

Anhelos y frustraciones

El abogado Jorge Fernández Souza dijo que el desvío de millones de dólares en la trama sindical corrupta que se le atraviesa a Martín (uno de los personajes) es muy parecido al desvío, préstamo le llaman ahora, en favor del sindicato de Pemex del que recientemente se ha dado noticia. El movimiento fraudulento de ahora es muy similar al que la novela relata.

La novela, apuntó, se antoja indispensable para conocer la visión histórica, no sólo de crónica, aunque sea a partir de ella, del movimiento obrero de los años 70 y de las ilusiones acariciadas, medio logradas, frustradas, no perdidas, aunque haya victorias que parecen fugitivas de quienes han pensado que la vida para que valga la pena y sea diferente tiene que vivirse en varias partes, entre ellas, el compromiso social.