Sólo serán admitidos 8 mil, es decir, 7.3% del total
Lunes 4 de marzo de 2013, p. 40
El fin de semana alrededor de 110 mil jóvenes participaron en el primer concurso de selección para ingresar a alguna de las más de 100 licenciaturas que ofrecerá la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a partir del próximo ciclo escolar.
Sin embargo, de ese total de aspirantes, datos de la casa de estudios estiman que sólo serán admitidos cerca de 8 mil (7.3 por ciento).
En las sedes foráneas el examen de selección a licenciatura se realizará del 5 al 10 de marzo. Los resultados se darán a conocer el próximo 10 de abril a través de la página electrónica www.unam.mx.
Se trata del primero de los dos concursos de ingreso anuales que aplica la máxima casa de estudios. El siguiente se realizará en junio próximo y la convocatoria para el mismo se dará a conocer entre abril y mayo. De acuerdo con los datos de la UNAM, se estima que exista un número similar de aspirantes y de admitidos para ese segundo concurso.
El calendario académico de la institución señala que el próximo ciclo escolar se iniciará en agosto próximo.
Tradicionalmente, las carreras de mayor demanda entre los aspirantes a ingresar a la licenciatura universitaria son: médico cirujano, derecho, ciencias de la comunicación, arquitectura, cirujano dentista, sicología, administración, relaciones internacionales y biología.
De acuerdo con cifras oficiales, sólo tres de cada 10 jóvenes en edad de ir a la universidad pueden hacerlo, dato que incluye la matrícula de las instituciones privadas.
Son miles los estudiantes que anualmente son rechazados por alguna de las universidades públicas del país. Tan sólo en el caso de la UNAM, en los dos concursos de ingreso aplicados el año pasado, de los más de 191 mil aspirantes que participaron, sólo fueron aceptados 17 mil 590 (9.2 por ciento). Situación similar acontece en instituciones como la Universidad Autónoma Metropolitana y el Instituto Politécnico Nacional, que en breve realizarán sus respectivos concursos de selección.
En reiteradas ocasiones, especialistas en temas educativos han insistido en que la problemática de los jóvenes que no obtienen un sitio en las principales casas de estudios no es responsabilidad de las universidades públicas ni de la falta de capacidad académica de los alumnos, sino que se debe a una escasez de opciones derivadas de la falta de una política de Estado para impulsar la creación de instituciones públicas de educación superior de calidad.