En Acapulco dejó atrás la preocupación por su rodilla lesionada
Feliz en el lugar donde empecé
, disfruta del cariño de la gente
Sábado 2 de marzo de 2013, p. a15
Acapulco, 1º de marzo.
Ganar, porque soy un competidor
, es lo que más extrañó Rafael Nadal durante siete meses inactivo. Al margen de lo que suceda en el Abierto Mexicano de Tenis, fue hasta este torneo que el español se rencontró con el gusto pleno de jugar, libre de preocupaciones por la lesión de rodilla, sensación que sintió en las dos anteriores citas de la gira latinoamericana, en Chile y Brasil.
Me gusta la competición, soy un competidor, me gusta competir en casi todo y, en este caso, el tenis es lo que toda la vida se me ha dado mejor, y jugar en un estadio como éste, lleno, con el ambiente genial, tener la sensación esa antes de los partidos, la sensación de superación, de concentración
, aseguró Nadal cuando se le preguntó sobre lo que más extrañó durante su recuperación.
Afirmó que cuando se retire será muy feliz, pero estas cosas son muy difíciles de encontrar en la vida cotidiana; esas sensaciones que te da el deporte son únicas y evidentemente son para siempre. Pero el tiempo que sea, y espero que sea mucho, deseo disfrutarlas
, añadió Nadal, y sonriente levantó la ceja izquierda con mirada fija hacia quien preguntó.
Tras brindarse por tercera noche consecutiva ante el público que lo vitoreó en el estadio Mextenis, Nadal se mostró convencido de que la recuperación es un hecho, al menos no es un factor que lo haya distraído en la arcilla mexicana, donde ha despachado a tres argentinos, Diego Schwartzman, Martín Alund y Leonardo Mayer, este último con un poco más de argumentos para contrarrestar la magia del mallorquín, al llevarlo hasta el desempate en un segundo set.
Han sido los tres partidos de la gira que he jugado con mejores condiciones; eso es lo importante para mí. Estoy disfrutando de jugar al tenis otra vez, porque me siento casi libre de correr, no al cien por cien, pero casi al cien, sin tener que pensar o acordarme de la rodilla en cada gesto, cosa que había pasado en Chile o Brasil
, indicó el jugador, quien hace dos semanas consiguió su primer título en Sao Paulo.
Aclamado como un ídolo cada vez que sale a la cancha, Nadal ha respondido lanzando abrazos y con caravanas cuando terminan los partidos.
Estoy disfrutando del cariño de la gente cada día, de un estadio precioso con todos los asientos ocupados. Eso es una sensación inolvidable y preciosa. Estoy feliz de volver al lugar que me vio ganar mi primer gran torneo y desde ahí hasta hace siete meses todo había sido prácticamente una carrera de éxitos, que ni en mis mejores sueños hubiese podido pensar. Feliz en el lugar donde realmente empecé
, anotó.
Por lo demás, el español se ha dado tiempo para asomarse a la playa y casi un par de horas ayer en el campo de golf aledaño al lugar donde se hospeda, una villa cercana al estadio.