Los cuerpos de seis personas, cuatro mujeres, un hombre y un menor –el llamado niño sicario que fue detenido por la Policía Federal (PF) y liberado a principios de este mes– fueron encontrados ayer ejecutados y con huellas de tortura a un costado de la carretera que comunica los municipios de Morelos y Vetagrande, Zacatecas, a 10 kilómetros de la capital del estado.

La matanza, producto de la disputa que mantienen grupos rivales del crimen organizado por el control de territorios, ocurrió horas antes de la gira de trabajo que el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, realizó por Fresnillo, Guadalupe y la capital del estado.

El procurador de Justicia de la entidad, Arturo Nahle García, informó que el menor es Jorge Armando Moreno, de 13 años, señalado por la autoridad como supuesto sicario confeso, partícipe en al menos 10 ejecuciones, según declaraciones del propio fiscal.

El domingo 3 de febrero elementos de la PF detuvieron a los integrantes de dos presuntas células del cártel de Los Zetas: ocho personas en una casa de seguridad de la colonia Lomas del Lago, en la capital, entre las que se encontraba el menor, y otras siete en una habitación del hotel Condesa, del centro histórico de la ciudad, todos guatemaltecos.

Diez horas después de su detención en el Centro de Internamiento y de Atención Juvenil de Zacatecas, el niño fue puesto en libertad por instrucciones del juez penal de la causa, por no tener la edad mínima que el código penal del estado exige –14 años– para permanecer detenido.

Mientras tanto, este jueves, la PF detuvo en una casa de seguridad de Fresnillo, a ocho presuntos sicarios de Los Zetas, cuatro identificados como guatemaltecos kaibiles y cuatro mexicanos. Además, autoridades reportaron ayer 17 muertes violentas presuntamente relacionadas con el crimen organizado.