Bajar un minuto la marca personal representa para Marisol Romero todo un logro, porque ese parámetro le indica que va en el camino correcto y llegar a ser algo grande en su vida deportiva. No hay en la actualidad nivel en el atletismo femenil, lo admite, y eso es lo que más la motiva para romper esa maldición que pesa por muchos años en el país.

Lo más triste, señala la corredora, se nota cuando se compite en el extranjero, no encuentras a nadie, te ves sola en la pista a diferencia de kenianas, europeas y asiáticas que van en grupos, tercias o parejas para trabajar en equipo y eso representa una desventaja para una solitaria mexicana.

No obstante, eso no le baja las pilas a la sargento segunda de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), porque también contra esas adversidades combate para ser la mejor especialista en las pruebas de cinco y 10 mil metros que, una vez dominadas, entonces sí pensar en los maratones de prestigio, aunque no hay prisa, al menos para este año donde se tiene planeado ir al Mundial de Atletismo de Moscú, en agosto.

Para acudir a la máxima justa rusa, Romero debe cumplir con las marcas mínimas. Hay más posibilidades en 5 mil (15.20 minutos) y está muy cerca incluso de superarla; tampoco descarta el 10 mil (31.45), pero está segura de que las obtendrá.

Romero debe cumplir otros requisitos que le pide la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo como el participar en el selectivo de Acapulco, el 23 de este mes, para ganarse un lugar a los Relevos de Mount Sac, en abril.