Lunes 25 de febrero de 2013, p. 18
El gobierno de México, a diferencia de los países centroamericanos que declararon estado de emergencia por la propagación de la plaga de la roya, no atendió los llamados de alerta que desde hace meses lanzaron los productores de café por la presencia de dicha cepa que, a diferencia de la que se presentó en la década de los años 80 del siglo anterior, es más agresiva, expusieron integrantes del Consejo Mexicano de Organizaciones de Productores de Café (CMOPC).
El asunto predominó en las reuniones regionales sostenidas por los cafeticultores de Veracruz, Puebla, Guerrero, Hidalgo y Chiapas, refirieron Javier Galván, de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas, y Marcelo Herrera, de la Alianza Nacional de Organizaciones Agropecuarias y Cafetaleras, que junto con cinco agrupaciones más conforman el CMOPC. Los productores están preocupados pues, según datos no confirmados oficialmente, en Chiapas están afectadas 50 mil hectáreas, y se han detectado brotes en Córdoba, Veracruz; Pahuatlán y Huehuetla, Puebla, y algunas comunidades de Nayarit, abundaron en entrevistas por separado.
Hay temor de que se trate de una nueva cepa por eso es urgente que el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) inicien los estudios necesarios para evitar daños a la actividad cafetalera, de la que dependen 510 mil productores, la mayoría indígenas, comentó Galván. Esperamos que el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Enrique Martínez y Martínez, tome en cuenta la situación, pues en Chiapas, Veracruz, Puebla y Oaxaca se localiza 83 por ciento de las 660 mil hectáreas destinadas a la producción del grano aromático
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