Se trata de problemas comunes frente a los que hay que articular esfuerzos, responde
El mandatario plantea en Costa Rica pleno respeto a derechos humanos de grupos migratorios
Destaca el presidente de Guatemala que gobiernos anteriores no buscaron acercarse a la región
Jueves 21 de febrero de 2013, p. 7
San José Costa Rica, 20 de febrero. Los países de América Central pidieron a México ‘‘apoyar y aportar’’ a la estrategia de seguridad de esta región. Se trata, admitiría después el presidente Enrique Peña Nieto, de ‘‘problemas comunes’’ frente a los cuales deben definirse mecanismos para hacer más eficiente la cooperación y articular esfuerzos a nivel gubernamental, no sólo para compartir información, sino también adoptar proyectos comunes, como el recientemente impulsado para la prevención del delito.
Asimismo, y cuando a pregunta expresa se tocó el tema de la migración en el marco de la participación de México –en su calidad de observador– en el Sistema de Integración Centroamericana (Sica), el jefe del Ejecutivo federal vinculó su solución a la ampliación de proyectos económicos.
Hay que ‘‘encontrar las mejores formas para que lo que derive de acuerdos de libre comercio y cooperación, pueda abrir mayores espacios a una migración eventualmente libre y garantizar o establecer mecanismos que garanticen un respeto absoluto a los derechos humanos de los migrantes. Es parte de la tarea en la que se está trabajando y se considera en la agenda conjunta’’, planteó el mandatario mexicano.
Porque a final de cuentas, y como dijera la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, ‘‘la realidad de la interdependencia entre México y los países del Sica es hoy más orgánica y compleja que nunca. Sus dimensiones geográficas y sectoriales constituyen una tupida red de relaciones e interacciones. No es posible aislar los problemas y retos, o las oportunidades y proyectos de cada uno de nosotros en temas como seguridad, migraciones, infraestructura, logística, inclusión social, lucha contra la pobreza, cambio climático, vulnerabilidades naturales y desarrollo transfronterizo’’.
La visita del presidente Peña Nieto a Costa Rica representó el reacercamiento con naciones a las cuales los recientes gobiernos mexicanos no cultivaron como pudieran haber deseado. Lo dijo así el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, en conferencia de prensa: ‘‘La visión del presidente de México es ahora mucho más cercana a los países de Centroamérica. Ha dado muestras claras el presidente Enrique Peña Nieto (...) hay una visión muy pragmática, no sólo de acercarse, sino de integrar la región y ver cómo se puede salir adelante. Lo vimos con el presidente (Felipe) Calderón, pero lo estamos viendo con mucha más fuerza, compromiso y acciones con el presidente Peña Nieto’’.
En este contexto, no todo fue cordialidad de los asistentes a las diversas actividades que el político del Partido Revolucionario Institucional realizó a este país. Cuando por la tarde de hoy acudió al Museo Nacional para recibir la llave de la ciudad de manos del alcalde de San José, Johnny Araya –a quien algunos ven como candidato presidencial para el próximo año–, la regidora Eugenia Bermúdez, sentada en primera fila, mostró durante toda la ceremonia un cartel con la leyenda #YoSoy132. Ella misma, militante de la oposición, ubicó su protesta porque ‘‘el PRI y el Partido de Liberación Nacional (al cual pertenece la la presidenta Laura Chinchilla) son igual de corruptos. Y este movimiento de protesta es global’’.
En la ceremonia –donde la banda municipal dedicó algunas melodías a la señora Angélica Rivera–, Peña ubicó las raíces más profundas de ‘‘nuestros países’’ en el autogobierno de las ciudades. ‘‘Las democracia empieza precisamente en la comunidad. Esta tradición que existe tanto en Costa Rica como en México, nos hace valorar la importancia de las autoridades más próximas al ciudadano’’.
Por la mañana, ante los jefes de Estado de la región y algunos representantes presidenciales, el presidente Peña había llamado a las naciones de Centroamérica a asumir una perspectiva regional ‘‘para superar con mayor velocidad los rezagos sociales que enfrentan nuestros países’’. Se necesitan, dijo, diálogo cercano y buena vecindad para fortalecer la productividad y crear riqueza como sustento del bienestar de la población. Resaltó el compromiso del país ‘‘de asumir una mayor responsabilidad global’’ y puntualizó: América Central ‘‘es una región no sólo vecina sino prioritaria, hermana, con la que compartimos historia, cultura, lenguaje, y esa es la convicción de la política exterior’’’ de su administración.
A partir de ahí, habló de profundizar en una educación de excelencia y conocimiento mutuo con instrumentos como becas, intercambios estudiantiles y estancias académicas, y ofreció continuar con la promoción de la inversión regional para incrementar la interconexión, la movilidad de turistas ‘‘y la integración productiva y económica’’ y a partir de ahí, señaló, la promoción de un acuerdo único de libre comercio con la región centroamericana.
En esta cumbre participaron los presidentes de Costa Rica, Laura Chinchilla Miranda; Panamá, Ricardo Martinelli; Guatemala, Otto Pérez Molina, y Honduras, Porfirio Lobo, así como representantes de República Dominicana, El Salvador, Belice y Nicaragua.